La vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, ha defendido la necesidad de una vacunación mundial contra la COVID-19 "que no deje atrás a los países más pobres", haciéndose eco de la petición que hace Amnistía Internacional a los gobiernos de todo el mundo y a la industria farmacéutica para que tomen "medidas urgentes que garanticen la producción de dosis suficientes para toda la población mundial".
Se trata, ha explicado Oltra, de que se produzcan "exenciones en las patentes de las vacunas" de manera que pueda aumentar la producción y llegar a todo el mundo. "Nos encontramos antes una pandemia mundial de la que o salimos todos juntos o no saldremos", ha remarcado.
La vicepresidenta ha realizado estas declaraciones tras la reunión de la Comisión Mixta de Atención y Acogida a Personas Refugiadas y Desplazadas de la Comunitat, y ha hecho hincapié en la necesidad de hacer una distribución "equitativa y efectiva" de los tratamientos y de las vacunas porque "en una pandemia mundial o salimos todos o no salimos".
Oltra ha explicado que trasladará al Consell la petición de Amnistía Internacional y la decisión de la Comisión Mixta para extender este apoyo al resto de miembros del Gobierno valenciano.
Agermanament Comunitari
Durante la reunión de la Comisión se ha tratado también el éxito de la acogida inicial a las familias que participan en el programa Agermanament Comunitari y el avance satisfactorio de esta iniciativa que comenzó hace cinco meses en la Comunitat.Se trata de un proyecto patrocinado por Acnur junto con el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que se está desarrollando en los municipios de València, Alaquàs, Almassora, Calp y Cocentaina y que, desde el pasado mes de octubre, ha acogido a cinco familias de origen sirio procedentes de los campos de refugiados que hay en el Líbano.
El programa, que tiene una duración entre 18 y 24 meses, cuenta con grupos locales de personas voluntarias que se encargan de mantener una relación directa con estas familias y las acompañan en todo el proceso de inclusión que puede ir desde el aprendizaje del idioma hasta ayuda para encontrar un trabajo.
La vicepresidenta ha explicado que tanto las familias como los equipos locales de personas voluntarias se encuentran "altamente motivadas" para seguir en este proceso que tiene como último objetivo "conseguir una inclusión y autonomía plenas".
A pesar de las restricciones de la vida social impuestas por la emergencia sanitaria que han impedido desarrollar muchas de las actividades de ocio previstas, hay que destacar que gracias al contacto habitual con los grupos locales de apoyo "las familias no se encuentran solas en su tierra de acogida", ha señalado la vicepresidenta.
Actualmente, las familias ya disponen de la documentación en regla, las tarjetas sanitarias y cuentas bancarias abiertas a su nombre donde se les ingresa una asignación económica mensual con la que administran sus gastos.
Asimismo, todas las personas han sido revisadas en los centros de salud y se les han dispensado las vacunas pertinentes. Los niños, niñas y adolescentes están escolarizados y las personas adultas están en pleno proceso de aprendizaje del idioma y conocimiento de la cultura y tradiciones de su nuevo lugar de residencia.
Las entidades Servicio Jesuitas a Migrantes España y Cáritas Diocesana Segorbe-Castelló, Orihuela-Alicante y València son las encargadas de esta iniciativa en la Comunitat Valenciana ya que cuentan con "una amplia y probada experiencia en el terreno de la solidaridad y la justicia social, incluyendo a las personas refugiadas entre las destinatarias de su acción" ha destacado la vicepresidenta.
La vicepresidenta ha destacado que el programa Agermanament Comunitari Valencià "desarrolla un modelo de acogida de personas refugiadas mediante una fórmula que hace que el proceso de inclusión sea más fácil para las familias, pero que también provoca otro efecto fundamental que es lo que aporta a la comunidad".