À Punt traslada los telespectadores hasta la República Checa este miércoles 15 de mayo a las 22 horas de la mano del programa Valencians al món. Con la reportera Cristina Orts haremos una ruta por todo el país visitando balnearios del siglo XIX: el termalismo es parte de la cultura checa y sus aguas curativas tienen fama mundial.
Sergi, de Alginet, hace 10 años que vive en la República Checa. Con él descubriremos las aguas medicinales de la región haciendo una ruta por varias fuentes milagrosas. También visitaremos un museo dedicado al vidrio de Bohemia, que hasta el siglo XVI tuvo mucho prestigio.
Juan, de València, hace 1 año que vive en la República Checa. Con él visitaremos un conocido balneario de Mariánske Lázne. Este pueblo es historia viva del mundo termal, puesto que vive gracias a los balnearios. El termalismo y los balnearios constituyen toda una cultura en la República Checa: las propiedades curativas de las aguas termales checas han dado fama al país desde hace doscientos años.
Sergio, de Godella, hace 4 años que vive en la República Checa. Con él visitaremos la ciudad de Pilsen. Bajaremos a los túneles del subsuelo para explorarla de una forma diferente. Pilsen es famosa por su industria cervecera, así que iremos a la fábrica de la cerveza más consumida del mundo, que se exporta a 50 países, para saber cómo se elabora.
Iris, de Banyeres de Mariola, hace 4 años que vive en la República Checa. Con ella realizaremos una ruta hacia el norte, llegando a Liberec, la quinta ciudad del país. Y visitaremos un taller artesanal de vidrio soplado.
Juan, de Petrer, hace 5 años y medio que vive en la República Checa. Con él conoceremos Brno, la segunda ciudad de la República Checa, con una población de 388.000 habitantes. Con Juan descubriremos la historia de esta región y nos hablará de la invasión nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
Carlos, de Rafelguaraf, hace 16 años que vive en la República Checa. Con él veremos la iglesia de San Jaime de Brno, el segundo osario más grande de Europa. Fue redescubierto en 2001 en el centro histórico de la ciudad. Se calcula que el osario guarda los restos de más de cincuenta mil personas, cifra que lo convierte en el segundo más grande de Europa, después del de París.