Este miércoles, 28 de agosto, la localidad valenciana de Buñol celebrará la 77ª edición de la Tomatina, una de las fiestas más internacionales y emblemáticas de España. En esta ocasión, cerca de 16.000 personas se darán cita en la Plaza del Pueblo para participar en la célebre batalla de tomates, en la que se lanzarán 120.000 kilos de estas hortalizas. La cita promete, como cada año, una jornada repleta de adrenalina, diversión y una marea roja que teñirá las calles del municipio.
Horario y recorrido
El evento, declarado Fiesta de Interés Turístico Internacional, arrancará a las 12:00 horas con el lanzamiento de los primeros tomates desde las carrozas de los festeros, que recorrerán las calles de San Luis, Cid, Plaza Layana y la Plaza del Pueblo. Durante una hora, hasta la traca final a las 13:00 horas, los asistentes se sumergirán en una auténtica lluvia roja.
Entradas
Este año, la Tomatina cuenta con importantes novedades. Por primera vez, se ha abierto la posibilidad de participar desde los camiones lanzadores, una demanda histórica tanto de vecinos como de visitantes. Un total de 20 personas han reservado su lugar en estas privilegiadas posiciones, pagando 500 euros por la experiencia.
Además, las entradas generales, disponibles desde 15 euros, aún pueden adquirirse a través de la página web oficial o en puntos de venta locales. Hasta la fecha, se han vendido 16.000 de las 22.000 entradas disponibles, según el aforo de seguridad establecido por las autoridades.
Una tradición que surgió por accidente
La historia de la Tomatina se remonta a 1945, cuando un grupo de jóvenes se reunió en la Plaza del Pueblo de Buñol durante el desfile de gigantes y cabezudos que tradicionalmente marcaba las festividades locales. En medio de la euforia, uno de los participantes tropezó y cayó, lo que desencadenó una pelea improvisada en la que los presentes empezaron a lanzarse tomates de un puesto de verduras cercano. Lo que comenzó como un altercado se convirtió rápidamente en una batalla campal de este producto. Aunque la intervención policial puso fin a la trifulca, la semilla de lo que hoy es la Tomatina ya estaba plantada.
Al año siguiente, los mismos jóvenes volvieron a la plaza con sus propios tomates, repitiendo el enfrentamiento de manera intencionada. Pese a las prohibiciones de los años siguientes, la tradición se fue consolidando, e incluso se produjeron detenciones de algunos participantes en un intento de frenar la celebración. La pasión por la Tomatina no hizo más que crecer, y en 1957, en señal de protesta por la prohibición, los vecinos organizaron el "entierro del tomate", una parodia fúnebre que resultó en un éxito rotundo y que finalmente llevó a que las autoridades permitieran oficialmente la fiesta.
Una fiesta de proyección internacional
La Tomatina ganó fama nacional tras un reportaje en el programa "Informe Semanal" de Televisión Española en 1983, que atrajo a miles de personas de todo el país. Desde entonces, la popularidad del evento ha cruzado fronteras, atrayendo a turistas de todo el mundo, hasta el punto de que en 2002 fue declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional. La fiesta no solo es un símbolo de diversión, sino también un referente cultural que coloca a Buñol en el mapa global, consolidándose como una de las celebraciones más peculiares y queridas de España.