El Presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha anunciado que, a finales de año, Metrovalència ofrecerá un servicio regular de metro nocturno. Una reivindicación ciudadana que estará disponible los fines de semana y días festivos con el objetivo de facilitar los desplazamientos en transporte público a Valencia y localidades de l’Horta.
Se trata de uno de los proyectos más ambiciosos de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV). La conexión de la antigua línea de metro T2, ahora bautizada como Línea 10, que conectará el barrio de Nazaret con el centro de la ciudad había sido relegada a un segundo plano, después de que la Generalitat paralizara el proyecto en 2011 por falta de presupuesto. Sin embargo, este símbolo de la crisis económica ha vuelto a resurgir.
Así, el President de la Generalitat, Ximo Puig, ha anunciado, en el debate sobre el estado de la Comunitat Valenciana, que las obras de la L10 de Metrovalència se retomarán en el primer trimestre de 2019. Concretamente, se abordará el tramo comprendido entre la calle Alicante y el barrio de Nazaret para que, en 2021, se pueda conectar este barrio con el puerto de Valencia mediante tranvía, uno de los sueños, todavía sin cumplir, del Alcalde de Valencia, Joan Ribó.
Y es que Ribó ha subrayado, en repetidas ocasiones, la importancia del proyecto de habilitación de la T2, ya que se trata de una infraestructura esencial para Valencia porque “en primer lugar, contribuirá a mejorar la movilidad de la ciudad, pero también porque permitirá conectar, mediante el metro ligero, la ciudad con servicios esenciales como la Ciudad de la Justicia, y con zonas de innegable atractivo turístico como la Ciudad de las Artes y las Ciencias o el Conservatorio de Música”. Pero, sobretodo, porque “permitirá enlazar una de las zonas más castigadas históricamente de Valencia, como es el barrio de Nazaret con el centro”.
Ribó siempre ha mostrado su confianza en el Consell a la hora de poner en marcha esta importante actuación para la capital del Turia, en el momento en el que dispusieran de los fondos necesarios. Ya en el mes de mayo, Puig anunciaba que contaba con un presupuesto de 50 millones de euros – 30 millones aportados por el Consell y 20 millones por los fondos Feder – para impulsar la construcción de la L10.
Además, la licitación de este proyecto también incluye futuras ampliaciones de la red de metro hacia el Hospital La Fe, la Plaza del Ayuntamiento y la llegada del metro hasta el Mercado Central, que iría desde la calle Alicante al mercado y finalizando en Pont de Fusta para dotar también a esta zona de unas mejores comunicaciones.