Fue una de las consignas con las que la izquierda valenciana se presentó a las elecciones, y quedó reflejada en el Acuerdo del Botànic que rige el actual gobierno autonómico. Acabar con los barracones en los centros educativos. Y desde el inicio de la legislatura, el conseller de Educación, Vicent Marzà, y el Consell, se han reafirmado en esa voluntad.
Al entrar al Palau de la Generalitat, los números hablaban por sí solos. 25 colegios de toda la Comunitat impartían sus clases íntegramente en barracones. Y otras 200 escuelas e institutos poseían parte de sus infraestructuras en forma de módulo prefabricado. En total, más de 1.500 barracones repartidos por toda la geografía valenciana.
El Plan de Infraestructuras Educativas
A principios del año pasado, la Conselleria de Educación se metió en harina de verdad, y presentó el Mapa de Infraestructuras Escolares: una radiografía del estado de las aulas valencianas para emprender su mejora. Más de 7.000 alumnos daban sus clases íntegramente en barracones de 24 centros, 13.500 lo hacían de forma parcial en 139 colegios, y otros 30.000 impartían clase en centros antiguos y necesitaban centros nuevos.Ante esta situación, el Consell, a través del conseller de Educación Vicent Marzà, anunció la puesta en marcha del Plan de Infraestructuras Educativas 2016-2019. Este se comprometía a construir colegios para esos 24 que están completamente en aulas prefabricadas y a arreglar los que imparten las clases parcialmente en este tipo de módulos, entre muchas otras actuaciones puntuales.
Vicent Marzà preveía construir 31 centros nuevos en 2016. Pero el curso 2016-2017 tan solo estrenó seis colegios. De estos, dos estaban íntegramente en barracones.
[ot-caption title="El Colegio 103 de València lleva luchando desde su construcción, en 2008, para dejar de estar en barracones. (Barracones103)" url="https://valenciaextra.com/wp-content/uploads/2017/10/10945836_832033686836082_1542849711449668258_o.jpg"]
Curso 2017-2018: nuevas críticas y el Plan Edificant
Este curso, han estrenado aulas 16 centros, y otros 18 se encuentran en construcción. Y el Consell ha recibido nuevas críticas ante la lentitud y los retrasos en el desarrollo del Plan de Infraestructuras Educativas. En el Debate de Política General de septiembre en les Corts, con motivo del inicio del curso político, En Comú Podem criticó con especial dureza la situación de las aulas.El síndic del grupo, Antonio Estañ, preguntó al binomio PSPV-Compromís, al cual apoya desde les Corts: “Más allá de los anuncios efectistas que ya hemos escuchado durante esta legislatura, ¿vamos a acabar con los barracones antes de 2019? ¿O vamos a seguir instalando aulas de hojalata en las escuelas como hemos seguido haciendo este mismo año?”.
En este pleno, y como respuesta a esta demanda, el propio president de la Generalitat, Ximo Puig, anunció uno de los proyectos más relevantes de su estrategia política: un nuevo plan para acelerar las infraestructuras educativas de la Comunitat. Este es el Plan Edificant, que se presentó formalmente a mediados de octubre.
¿Qué prevé este nuevo Plan? Una inversión de más de 700 millones de euros para construir más de 200 colegios e institutos y reformar otros 500 centros. Y establece la alianza entre Generalitat y ayuntamientos que ya se contemplaba en el anterior plan. Serán los ayuntamientos interesados los que voluntariamente se unan al plan y gestionen las contrataciones y certificaciones de las obras, y será la Generalitat la que los costee.
El Partido Popular y Ciudadanos han acusado al Consell de delegar competencias que le corresponden, a los ayuntamientos, Vicent Marzà explicó que no se trata de "una delegación de las responsabilidades", sino que se busca "agilizar" la construcción de los colegios para poner fin a los barracones. Lo cierto es que, tal y como se dijo en su presentación, el Plan Edificant pretende construir estos colegios a “velocidad de crucero”. Un ritmo muy lejano al que se ha seguido hasta este ecuador de legislatura. Pero aseguran desde la Generalitat que son los trámites los culpables de estos retrasos y que, gracias a la “alianza” con los consistorios, se agilizarán.
Lo que sí sabemos hasta ahora es que consistorios como el de Mislata, Paterna, Pobla de Farnals, Riba-roja e incluso el ayuntamiento de la ciudad de València, ya han pedido adherirse hasta este plan.