Los nuevos presidentes de las diputaciones de Alicante y Castellón prometen ser "socios fiables" de la Generalitat

Mazón creu que tenen "tota l'autoritat moral i jurídica" per a anar als tribunals davant la vulneració d'una normativa

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Los nuevos presidentes de las diputaciones de Alicante y Castellón, Carlos Mazón (PP) y José Martí (PSPV), han mostrado su intención de ser "socios fiables" de la Generalitat y que "la relación vaya mucho mejor que hasta ahora" en los próximos cuatro años, respectivamente. "No se trata de estar de acuerdo en todo, sino de ir por el mismo camino", ha agregado el titular de la Diputación de Valencia, el socialista Toni Gaspar.

Los tres han desgranado sus metas de legislatura y han compartido su visión acerca del papel de las diputaciones en un coloquio organizado por la Cadena SER en el restaurante submarino del Oceanogràfic de València, tras el traspaso del 'popular' César Sánchez a Mazón en Alicante y el cambio de gobierno provincial de Castellón después de 24 años con el PP.

El 'president' de la Generalitat y líder del PSPV, Ximo Puig, ha asistido al encuentro y ha abogado posteriormente por "ver cómo se puede actualizar el modelo de las diputaciones para que sean profundamente municipalistas y no estén dirigidas desde arriba". Ha reafirmado la voluntad del Consell por cooperar para "fortalecer a los ayuntamientos" mediante instrumentos como el fondo de cooperación municipal o la agenda contra la despoblación.

LA FALTA DE FINANCIACIÓN, "UN DOMINÓ"

Durante el debate, el presidente alicantino ha defendido que "no hay otro modelo que el de la complementariedad" con la Generalitat y ha puesto como ejemplo su intención de trabajar con el nuevo conseller de Obras Públicas, Arcadi España, para las "miles de carreteras" de Alicante. "Vamos a ser socios fiables en la falta de financiación; no podemos permitir que se convierta en un dominó y lo estemos pagando todos", ha aseverado.

Otros objetivos que ha apuntado son la captación de fondos europeos frente a "otras regiones que están tomando la delantera, y "la tan cacareada vertebración", pero no solo en el conjunto de la Comunitat, sino también en el interior de la provincia: "Cuanto más Alicante más Valencia, y no al revés".

Bajo este prisma, ha advertido del "error" de pensar que el crecimiento de unos perjudica a otros, ya que "cuanto más fuerte sea Alicante más fuerte será toda la Comunitat", y ha prometido que "la mano está tendida desde el principio". Ha remarcado, eso sí, que "uno no se puede sentar a una mesa a hablar si tiene 73 pistolas apuntándole".

Mazón ha asegurado así que "si la Diputación está convencida de que se está vulnerando una normativa, tiene toda la autoridad moral y jurídica para preguntar a los tribunales si se está haciendo bien", preguntado por los recursos que presentó la anterior corporación provincial alicantina dirigida por César Sánchez al decreto de plurilingüismo y a la Ley de Mancomunidades de la Generalitat.

Ahora bien, ha puntualizado que este tipo de recursos deben ser "extraordinariamente compatibles con la complementariedad". "La diputación tiene que centrarse en sus prioridades. Cuando menos tenga el deseo o la obligación de salirse de ese camino, será mejor para todos", ha subrayado.

El 'popular' ha recordado cuando en 1985 gobernaba el PSPV tanto en el Consell como en la Diputación, cuando "gracias a un exceso de competencias" la corporación construyó los hospitales de Orihuela y Sant Joan porque "no había manera de que la Generalitat invirtiera". También ha criticado que la Diputación de Valencia "asuma solo los pueblos de menos de 10.000 habitantes" y la de Alicante "todos los de menos de 20.000".

Y ha lamentado que "Alicante todavía está peor precisamente por haber pasado tanto tiempo" sin un aumento de fondos para servicios sociales. "Cuando vas al Hogar Provincial --de acogida de menores y atención de mayores-- es imposible que no se te ponga la carne de gallina", ha ilustrado, si bien ha reconocido que "es culpa de todos".

Por todo ello, Mazón ha insistido en la importancia de las diputaciones y el "cariño" que despiertan en la Comunitat, mientras ha ligado al "ruido mediático" el debate sobre su necesidad y se ha preguntado "quiénes la niegan o por qué".

"LAS REGLAS HAN CAMBIADO"

El titular de la Diputación de Valencia, por su parte, ha replicado a Mazón que ahora sería imposible que una corporación provincial construyera un hospital, porque "estamos en 2019 y las reglas de juego han cambiado". Sí ha reconocido que "mirar de otra manera a Alicante ha sido perjudicial para la Comunitat desde el minuto uno", algo que ha asegurado que ha transmitido al 'president'.

Gaspar ha abogado por "trabajar todos de la mano" y tener "lealtad absoluta en la políticas básicas", con lo que ha rechazado "el espectáculo que dan a veces los políticos en las instituciones". Ha puesto en valor que "Mazón ha venido con el ánimo de hacer otra cosa", mientras se ha preguntado si "de verdad una diputación tenía que pleitear por los derechos lingüísticos".

"A veces tenemos que dejar el animal que llevamos dentro; si todos hiciéramos caso a nuestro partido, nunca seríamos alcaldes", ha enfatizado, para pedir que no vuelvan los "debates contaminados" de la campaña electoral ni la "política espectáculo".

En definitiva, el socialista ha llamado a que las tres diputaciones tengan "una manera de encontrarse más allá del Whatsapp en un momento de reflexión sin tanto ruido, dentro de la política del XXI", con el fin de encontrarse en "las políticas más pequeñas", como las que dan respuesta a la despoblación.

"ANTES ERA UNA ÉPOCA MÁS OSCURA" EN CASTELLÓN

Y el nuevo titular de la Diputación de Castellón, también del PSPV, ha reconocido el cambio de talante de su predecesor, Javier Moliner (PP) al anterior presidente, Carlos Fabra: "Antes era una época negra y más oscura, pero ahora se ha consensuado y la relación con la Generalitat ha sido muy diferente".

En cualquier caso, Martí ha apelado a que la colaboración con el Consell vaya "mucho mejor que hasta ahora" y que todos sean "mayores de edad", en el sentido de ser conscientes de que no poseen los mismos recursos pero pueden compartir prioridades y necesidades, algo que cree que se debe plasmar en un nuevo modelo de diputación.

"Los partidos de derecha y el PP han jugado la carta de las diputaciones como un contrapoder, y no solo cuando había distinto signo político en la Generalitat", ha criticado, y ha hecho hincapié en que "los protagonistas son los municipios" y en que el Gobierno "no tiene que utilizar a las diputaciones como ariete".

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