València continúa consolidando su modelo de ciudad de plazas. De hecho, ya se alza como la segunda ciudad española más peatonalizada con un 18% según la OCU. Sin embargo, ahora, es momento de ir más allá y reinventar el concepto de ciudad actual. Para la vicealcaldesa de València, Sandra Gómez, es momento de "reinventar la proximidad" para que las ciudades "dejen de ser un mero conjunto de calles y coches y recuperen el espacio vital de las personas" que, en su día, se cedió a favor del vehículo privado. Es el momento del cambio, un cambio que el Ayuntamiento de València ya inició hace cinco años.
La ciudad de València está experimentando una transformación profunda del espacio público cuyo objetivo es la recuperación para las personas. Ya se ha llevado a cabo en la plaza de San Marcelino o en la misma plaza del Ayuntamiento, que dejó de ser una rotonda para convertirse en un espacio en el que, cada día, cientos de personas disfrutan de ella, pero no ha sido la única. Esta recuperación del espacio público también se ha llevado a cabo, mediante estrategias de urbanismo táctico, en la plaza Pintor Segrelles – la primera en contar con un pavimento ecológico –, en la plaza de San Agustín y, en un futuro, también se procederá a la peatonalización definitiva tanto de la plaza de la Reina, como del conjunto de Ciudad de Brujas, Mercado Central y entorno de la Lonja, que pondrán en valor el patrimonio cultural e histórico de València.
Pero, más allá de las plazas, también se está buscando la recuperación de espacio público en zonas que ni siquiera pensábamos que era posible, gracias a iniciativas como la creación de supermanzanas en la Petxina u Orriols, el aumento de espacios peatonales en las avenidas del Puerto y Pérez Galdós, la ampliación de aceras en Peris y Valero y Giorgeta o los planes urbanísticos de Nazaret – con la construcción de una ciudad deportiva, el parque de Desembocadura y una nueva zona terciaria – y del Cabanyal-Canyamelar – con nuevos espacios para viandantes mediante tres vías verdes que cruzarán el barrio –.
Por supuesto, otro de los ejes fundamentales, ha explicado Gómez, será tanto la creación de nuevos pulmones verdes – se acelerará el procedimiento para la creación del parque de Desembocadura, el parque de Carolinas y la ampliación del parque de Benicalap – como la creación de espacios para que "las grandes empresas que quieran instalarse en València puedan contar con sitios suficientes". En este sentido, Gómez ha anunciado que, en los principales desarrollos urbanísticos que tenemos pendientes como el Grau o Benimaclet, "daremos un peso muy importante al espacio terciario orientado a la nueva economía verde y digital".
Iniciativas de este tipo son las que contribuirán a avanzar hacia el modelo de la València de 15 minutos, que consiste en disponer de todos los servicios y recursos esenciales, como el colegio, el centro de salud, el trabajo o los comercios, a una distancia máxima de 15 minutos caminando. Un proyecto que refuerza la presencial del peatón frente al vehículo privado y que, sin duda, será un impulso para convertir València en la ciudad más peatonalizada del país.