En los esfuerzos que se están llevando a cabo desde la Concejalía de Movilidad Sostenible del Ayuntamiento de Valencia, dirigida por Giuseppe Grezzi, para devolver la ciudad al viandante, también se presta atención a la movilidad escolar, es decir, a los desplazamientos que, cada día, cientos de estudiantes realizan a pie para llegar a los centros educativos. Y en el intento de aumentar la autonomía de los escolares y garantizar, así, un desplazamiento más seguro es donde surge el proyecto de las rutas escolares.
Asociaciones como 'Colecamins' impulsaron, junto con Movilidad Sostenible, diferentes rutas seguras que se llevaron a cabo a lo largo del año pasado. Así, además de las pertinentes marcas viarias, también se realizaron diferentes actuaciones, en colaboración con la AMPA, el profesorado, el alumnado y la Administración, con el objetivo de detectar las situaciones de peligrosidad para incluir reducciones de velocidad de circulación o aumentar la visibilidad en los cruces, entre otras medidas para conseguir, en palabras de Grezzi, 'rutas escolares más seguras consolidando un modelo de movilidad urbana mucho más amable con todos y todas'.
De esta manera, para el 2018, ya se han detallado otras cuatro nuevas rutas escolares, que se situarán en los barrios de La Vega Baixa, Ruzafa, El Botànic y el Carmen. Concretamente, estos nuevos itinerarios estarán enfocados en los colegios públicos CEIP Vicente Gaos, CEIP Jaume Balmes, CEIP Cervantes y CEIP Santa Teresa.
Así, gracias a la colaboración de las diferentes AMPAs, que han participado en la planificación de las rutas junto con los técnicos de la concejalía, se detectaron diferentes necesidades, como la adecuación de los pasos de peatones o pacificar y calmar el tránsito de la zona, para crear rutas seguras para los más pequeños. Asimismo, estas rutas escolares no sólo plantean un itinerario entre los domicilios y el centro escolar, sino que se plantea la posibilidad de adecuar las diferentes rutas hacia otros lugares, como parques y plazas, a los que los alumnos acuden cuando terminan las clases.
Patraix, Orriols o l'Olivereta ya cuentan con caminos más seguros para los estudiantes. Sin embargo, las nuevas rutas tampoco se alargarán en el tiempo y, pronto, más alumnos contarán con un itinerario en el que la seguridad en los entornos escolares estará más que reforzada.