Opinión

¿Transparencia?

Guardar

La semana pasada denunciábamos públicamente que la Diputación de Valencia oculta en la web provincial de más de la mitad de los 183 convenios singulares firmados por el presidente, Jorge Rodríguez, en 2016.

Una circunstancia que a la fecha en que escribo estas líneas, casi una semana después, se mantiene y no tiene visos de cambiar. Nada nuevo bajo el sol, en una Diputación que vive una situación de parálisis preocupante y donde muchos de sus actuales responsables ni están ni se les espera.

Resulta deplorable que pese a gastar más de 800.000 euros anuales en la delegación de transparencia comandada por Roberto Jaramillo, los ciudadanos no pueden acceder a saber en qué se han gastado más de la mitad de los casi 13 millones repartidos en convenios singulares por el presidente Rodríguez.

Consumido el primer trimestre del año y ya en el ecuador del segundo, la web provincial sólo refleja 113 convenios de los 183 firmados, poco más de la mitad. Una cifra, que por si fuera poco, se ve mermada porque sólo en los 86 primeros se puede acceder al texto completo de los mismos.

¿Dónde quedan las grandilocuentes expresiones de transparencia y acceso a los ciudadanos? Pues como casi todo lo que hemos escuchado de boca del cuatripartito que convive a duras penas en esta institución, en agua de borrajas.

Pero voy un poco más allá, parece un intento deliberado por parte de los actuales gestores de la Diputación de esconder a los ciudadanos y alcaldes de la provincia el reparto de ayudas directas que tal y como hemos venido denunciando ha estado marcado por la arbitrariedad y el sesgo político.

Tenemos que recordar que de los 183 convenios singulares firmados por el presidente por un valor de casi 13 millones de euros, más de 11 millones se han repartido en ayudas directas a ayuntamientos gobernados por los cuatro partidos que conforman el actual gobierno de la Diputación.

Todo y que por mucho que le pese a PSPV, Compromís, EU y Valencia en Comú, el Partido Popular es el grupo mayoritario en la Diputación y gobierna en 55 localidades de la provincia.

Nos encontramos diariamente con que el principal rasgo que define a esta coalición mal avenida, es que su gestión real deja en evidencia sus declaraciones públicas. En la práctica vivimos una gestión alejada de la objetividad y la transparencia que pregonaban, eso lo dejan para los titulares de prensa.

Todo se reduce a un mercadeo y a un reparto del dinero de todos los valencianos a los consistorios gobernados por sus afines, para mantener el frágil equilibrio de poder entre Compromís y PSPV, con EU y Valencia en Comú como convidados de piedra.

Nosotros mantenemos que cuando se representa a los ciudadanos de 265 municipios de la provincia de Valencia, no hay que pensar en las cuotas de poder, hay que pensar en todo aquello que beneficia el bienestar y la tranquilidad de nuestros ciudadanos.

Desgraciadamente la Diputación de Valencia está dejando de lado las prioridades de los municipios pequeños con necesidades urgentes y las siglas políticas están marcando las líneas a seguir.

Destacados