Sólo dos de los seis partidos con opciones en València eligen sus candidatos democráticamente

Compromís, UP-EUPV i Ciutadans són les úniques candidatures amb un procés de primàries per a triar els alcaldables i la resta de la llista, encara que en el cas de l'últim pot no ser respectat

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En sólo 19 días los valencianos vuelven a las urnas. Uno de los focos de atención mediática más fuertes de la Comunitat será València. Igual que la Generalitat, en 2015 un gobierno de coalición progresista consiguió sumar más que el PP tras décadas de gobiernos conservadores. El Botànic II, tras los resultados, parece asegurado. Tras el domingo 26 de mayo se sabrá lo propio con La Nau. Todos los principales partidos, sin excepción, utilizan la democracia, regeneración o "libertad" como argumentos para ganar votos. Sin embargo, sólo tres de los cinco partidos que actualmente tienen representación y se vuelven a presentar han escogido sus candidatos de una manera democrática.

Desde un proceso de elección que dura semanas hasta la designación desde la dirección nacional. El sistema es variado y en el limbo se encuentra Ciudadanos. Aunque el partido se postula como de "regeneración" democrática y liberal, a la vez que presume de militancia, el proceso de esta en las primarias es escaso.

Así, desde que Fernando Giner anunciara su candidatura para las primarias de la formación al Ayuntamiento de València, los medios y militantes ya daban por hecho que sería el alcaldable. Así, el favorito de la dirección nacional del partido ganó con el 89,2% de los votos. Unas cifras elevadas si no fuera por el número de participantes: a Giner le votaron 172 personas en un proceso en el que participaron 193 personas para elegir al candidato de la tercera mayor ciudad del Estado.

Este proceso, además, puede no ser respetado. La lista que se confeccionó en Castelló para el congreso, tras ser incluso aprobada, fue desechada y presentada otra sin un procesos de primarias.

Negociaciones

Los principales socios de Ciudadanos en València y en el resto del estado, el Partido Popular, no ha dado ningún poder a la militancia y simpatizantes del partido. La elección de uno u otro candidato, que finalmente ha resultado en la torrentina María José Català, se realiza mediante negociaciones entre los núcleos nacionales y valencianos, en las que lo dicho desde Madrid tiene más peso. De igual manera, tampoco ningún proceso democrático designó a Isabel Bonig como candidata del PP a la Generalitat.

Català, que parecía contar con el apoyo de la dirección nacional de Pablo Casado, se empadronó en València el 28 de diciembre a sabiendas de que querría votarse el próximo 26M.

De una manera aún más opaca, los candidatos y también socios del PP y Ciudadanos, la ultraderecha de Vox, depende del visto bueno de la dirección nacional a la hora de confeccionar las listas.

En el otro extremo se sitúa Compromís. La formación valencianista organizó un amplio sistema de primarias abiertas en las que cualquier ciudadano y ciudadana, previa inscripción, podía confeccionar las listas de la formación.

5.500 frente a 172

Para la candidatura de la ciudad de València, se inscribieron 12.000 personas. Finalmente Ribó revalidó como candidato a Alcalde con el apoyo de 5.519 personas, unas cifras muy elevadas comparadas con las 172 personas que escogieron a Giner o las 671 de Toni Cantó para toda la Comunitat.

La coalición formada por UP-EUPV también ha obtenido un proceso de primarias. De alguna manera, doble. Ambos partidos han tenido un sistema propio para escoger sus principales candidatos. Después, ambos confeccionaron listas conjuntas y la militancia de cada uno de ellos tuvo que ratificar el acuerdo, como así fue.

Podem inició su proceso en noviembre del año pasado, de la que surgió la candidata de la coalición María Oliver. Su formación, aún con menos votos que las demás formaciones, fomentó la participación de 1.385 personas.

Los socialistas de València tampoco tienen primarias. Tienen una "votación" no vinculante en la que la militancia escoge a sus favoritos pero que, en todo caso, responde a la que ya se sabía candidata, Sandra Gómez, aplicar las "recomendaciones" de la militancia o no. Aún con más independencia respecto a directrices nacionales, tampoco en el PSPV hay un proceso democrático para la confección de las listas.

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