El Grupo de Trabajo CALRE sobre la diversidad cultural y lingüística ha realizado un encuentro en Bruselas, en la sede del Comité de las Regiones, para tratar las conclusiones recogidas al seminario de diagnosis y recomendaciones para la Conferencia de Asambleas Legislativas de las Regiones de Europa (CALRE), donde se escucharon las aportaciones de una serie de expertos, procedentes de centros universitarios y gobiernos regionales de Europa.
Este grupo coordinado por el Presidente de les Corts Valencianes, Enric Morera, ha contado hoy con la participación de representantes de parlamentos como las Islas Baleares, Navarra, el Véneto, Lombardía, Galicia, Gales, Bélgica o Walonia, como también de técnicos de la Unión Europea, miembros de la Comisión Europea y de las redes ELEN y NPLD, de promoción y defiende de la diversidad y la igualdad lingüística. El documento, será sometido ahora al conocimiento de los 74 parlamentos regionales europeos por si quieren hacer las suyos aportaciones y, finalmente, se aprobará el 21 de noviembre a la asamblea general de CALRE.
Para el President Morera, “es un adelanto muy importante porque ha puesto en la agenda europea la importancia del respecto de todas las lenguas de Europa y su potenciación y esto supone el comienzo de un camino para poner fin a la discriminación cultural y lingüística de millones de ciudadanos y ciudadanas de Europa”.
El acto de hoy, conducido por el President de les Corts íntegramente en valenciano, ha contado con la participación de la secretaria de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, Verònica Cantó, quien ha sido la encargada de leer las conclusiones del grupo de trabajo, recogidas en dos decálogos, uno para proteger la diversidad cultural y el otro sobre la diversidad lingüística.
Las conclusiones son el resultado de considerar cuatro grandes principios, que son:
La diversidad cultural es una característica distintiva de la Unión Europea y el compromiso en su protección, uno de sus principios fundacionales.Los ciudadanos somos diferentes y a la vez iguales en derechos y en obligaciones. La carta de los derechos fundamentales de la UE garantiza los principios de igualdad; de no discriminación por razones de lengua y cultura y el respecto a la diversidad cultural, religiosa y lingüística.
La Unión está comprometida a respetar la riqueza de su diversidad cultural y lingüística y a velar por la conservación y el desarrollo del patrimonio cultural europeo.
Proteger este valioso legado comporta combatir cualquier forma de discriminación de las minorías culturales y lingüísticas, y a la vez hacer efectivo el compromiso de los Estados miembros y de las instituciones de la Unión, en la lucha contra la desaparición de culturas y lenguas minorizadas, asegurar la igualdad de derechos y la sostenibilidad de las expresiones culturales y lingüísticos llamadas regionales o minoritarias.
Proteger la diversidad cultural en Europa:
El patrimonio cultural tiene interés y valores universales para personas, comunidades y sociedades. Es un legado que hay que preservar y transmitir a las generaciones futuras.
De acuerdo con la UNESCO, la protección y la promoción de la diversidad cultural son condiciones necesarias para el desarrollo sostenible y presuponen el reconocimiento de la igual dignidad y respeto por todas las culturas y pueblos.
Sólo se puede proteger y promover la diversidad cultural si se garantizan las libertades fundamentales, como son la libertad de expresión, de información y de comunicación, y la posibilidad real que las personas puedan elegir las expresiones culturales que le son propias.
Las políticas culturales son competencia de los estados miembros, bien a menudo de las asambleas legislativas regionales, y no tanto de la Unión, lo cual exige una cierta sincronización y coordinación a distintos niveles para afrontar los retos y los objetivos comunes, respetando los principios de subsidiariedad. Por esa razón hay que reivindicar el protagonismo de las regiones y las ciudades de la Unión.
Promover la diversidad lingüística europea:Las lenguas son la expresión más directa de la cultura y son parte integral de la identidad europea, dado que definen las identidades personales, a la vez que conforman un legado patrimonial común. 500 millones de europeos convivimos en 28 Estados, con 24 lenguas consideradas oficiales por la UE. También son parte de nuestro patrimonio cultural un total de 60 lenguas, algunas de las cuales tienen la consideración oficial en determinadas regiones, y disponen de una vitalidad y número de usuarios relativamente considerable. La coexistencia armoniosa de muchas lenguas en Europa es una muestra explícita de la unidad en la diversidad, una de las piedras angulares del proyecto europeo.
La Unión tiene que velar por la diversidad cultural y lingüística. La Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias expresa el valor de la diversidad cultural y compromete los estados firmantes a respetar el derecho a usarlas en la administración pública, la justicia y los medios y a favorecer la enseñanza.
Acciones:- Incluir los derechos lingüísticos en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea. - Pedir a las instituciones europeas que adoptan una política lingüística común, capaz de garantizar la revitalización y la normalización de las lenguas regionales, minoritarias y/o minorizadas, y de promover sistemas educativos que garanticen su aprendizaje. - Crear una Agencia Europea por el Multilingüismo que vele por la protección de todas las lenguas europeas y por los derechos lingüísticos de sus hablantes.- Aprobar leyes para garantizar la existencia de mediaos de comunicación públicos en las lenguas regionales, minoritarias y/o minorizadas y apoyar a la industria cultural vehiculada en estas lenguas.- Apoyar a las organizaciones que trabajan a favor de la diversidad cultural y lingüística para fortalecer la cohesión grupal dentro de las mencionadas comunidades lingüísticas.