Después de cuatro años de mantener congeladas la práctica totalidad de tasas e impuestos, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Carcaixent ha acordado aprobar un incremento del Impuesto de Bienes Inmuebles y hacer frente así, entre otras obligaciones, inevitables sin tener que aprobar un incremento generalizado de tasas.
Este aumento permitirá mejorar la prestación de servicios básicos para la ciudadanía que alcanzan desde el servicio de ayuda a domicilio hasta la limpieza viaria o las actividades culturales. Además, posibilitará que el ayuntamiento pueda asumir en 2020 el incremento salarial del funcionariado derivado de la aprobación de la Relación de Puestos de trabajo aprobada en el presente año además del coste derivado de la prórroga del servicio de recogida de basura, del cual se prepara una nueva licitación. También habría que sumar el pago de sentencias que el consistorio tiene pendientes, resultado de la gestión del equipo de gobierno de la legislatura 2011-2015.
Tal y como apuntan los informes técnicos, estos gastos que ascienden cerca de un millón de euros, solo son asumibles con un incremento los ingresos, puesto que están ajustadas al máximo. Después de unos años de contención y al valorar diferentes opciones, desde el gobierno municipal se ha acordado que la opción más equitativa era hacerlo a través del IBI aplicando el principio de la justicia fiscal, de forma que se puedan mantener congeladas otras tasas como por ejemplo la de la basura, la del agua, la escoleta infantil o las instalaciones deportivas.
Según han explicado desde el área económica, se trata de hacer posible que desde el consistorio se puedan continuar prestando diferentes servicios, sin tener que repercutir entre las personas usuarias el coste de estos. Un claro ejemplo sería el servicio de recogida de basura. Así, mientras que el ayuntamiento venía asumiendo hasta ahora un déficit anual de 125 000 euros, en 2020 por la prórroga del servicio este pasaría a ser de 300 000 euros como mínimo. Repercutir este importe sobre la ciudadanía comportaría un incremento aproximado del 65% del recibo de la basura, un recibo que no tiene en cuenta la capacidad económica de las personas y que pagan igual los propietarios de las viviendas sin tener en cuenta la renta.
El alcalde de Carcaixent, Paco Salom, ha querido remarcar que después de unos años de contención y gracias al trabajo hecho desde el área económica del ayuntamiento, las cuentas están saneadas y equilibrados. Aun así, “si queremos continuar avanzando, tenemos que trabajar con coherencia, no solo para hacer frente a mejoras ya hechas como la regulación de la situación del personal municipal, sino para continuar avanzando en la calidad y alcance de la prestación de los servicios municipales, de los que todos y todas somos beneficiarios”, ha añadido.