Las olas de calor no solo suceden en tierra, también en mar. Es lo que se está observando estos días en el mar mediterráneo, que está registrando temperaturas "inusuales" llegando a alcanzar los 30 ºC. Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), estas temperaturas de 3 ºC y 4 ºC superiores a lo habitual en esta época del año pueden suponer temperaturas nocturnas elevadas en el litoral.
Tal y como indican expertos como el portavoz de Aemet, Rubén del Campo, el fenómeno actual que está viviendo el mediterráneo se trata de "una ola de calor marítima". Algo poco frecuente y que se va a notar en las temperaturas mínimas de las zonas costeras debido a que las masas de agua descansarán sobre aguas demasiado cálidas.
Por ello, en los últimos días ciudades como València han registrado mínimas de más de 27 ºC, unas temperaturas que dificultan en gran medida la conciliación del sueño y provoca, por tanto, problemas para la salud por la falta de horas de descanso.
Sin embargo, estas noches tórridas en el litoral no es la única consecuencia de un mar mediterráneo tan cálido. Una de las situaciones que barajan los expertos es que en otoño las lluvias sean muy virulentas por lo caliente que están las aguas. Eso sí, Del Campo recuerda que si bien pueden servir "de combustible", esta situación no se generará a no ser que llegue una DANA o un episodio de gota fría.
"Es importante tener en cuenta que para que haya lluvias torrenciales necesitamos los ingredientes atmosféricos necesarios que aporten inestabilidad y permitan que la humedad del océano ascienda y desemboque en lluvias torrenciales. Un plus de temperatura puede facilitar que la lluvia sea más explosiva y más torrencial de lo normal", explica el portavoz de la Aemet.
Por el momento, todo indica que las aguas del mediterráneo seguirán registrando unas temperaturas anormalmente altas, al menos a 15 días vista. Uno de los factores que podría hacer cambiar esta situación es el viento de poniente que, en caso de que soplara, afloraría las aguas profundas del mar, lo que provocaría que las aguas estuvieran más frías.