"El Forn de Barraca ja és història", publicaba la asociación Per l'Horta hace dos meses. El edificio centenario, unido a la historia de la Horta tradicional valenciana, era destruido por las excavadoras del Ministerio de Fomento para continuar con el plan establecido: ampliar una carretera, la V-21, para facilitar la entrada y salida de coches. En un contexto de Emergencia Climática declarada por València, Generalitat y el Estado, desde este último se seguía adelante con un plan rechazado desde el ámbito local que destruía patrimonio cultural y medioambiental. Dos meses después la FAO, dependiente de la ONU, declaraba este entorno, con más de 800 años de historia, Patrimonio Agrícola Mundial.
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"Esto es importante también para protegerla. Hemos dados pasos en esta dirección y planteamos elementos para protegerla, pero a veces tenemos problemas... Está claro, se ha podido ver", señalaba el Alcalde de València, Joan Ribó, durante el anuncio del reconocimiento. Sin alusión directa a estos "problemas", hay varios, más o menos cercanos; desde el PAI de Benimaclet o la ZAL en La Punta hasta, precisamente, la ampliación de la V-21, que aunque ha sido rechazado por el Ayuntamiento y los servicios de tráfico locales lo señalaron innecesario, se está llevando a cabo.
Horta que será destruida por la ampliación de la V-21.
"La congestión se soluciona con gestión, no con más cemento", señalaba Josep Gavaldá, de per l'Horta, en las redes sociales. Recuerda como a una supuesta carretera saturada -los técnicos del Ayuntamiento de València rechazaban tal saturación- ha encontrado solución en ampliar un carril de entrada y salida a la ciudad -pese a que el problema comentado era únicamente de entrada-. El proyecto ya en marcha y tras, supuestamente, "atender" las demandas sociales y políticas, destruye 62.000 metros cuadrados de Horta productiva.
Desde Compromís, Joan Baldoví lamentó que el gobierno tuviera un Ministerio de Transición Ecológica que apuesta por reducir la contaminación pero, por otro lado, "se amplían las autopistas": "A más capacidad, más tránsito y más contaminación. Entran en contradicción“, señaló. El Ministerio de Fomento, que heredó este plan del PP y ha continuado adelante con él, lo ostenta ahora -en funciones- José Luís Ábalos; valenciano que fue concejal en el mismo Cap i Casal y que votó en contra, entonces, del proyecto de ampliación del Puerto que pretende llevarse a cabo ahora.
Enrique Yeves, el director de la FAO en España, señalaba que parte de la motivación de estos reconocimientos es, precisamente, la protección: "El SIPAM (Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial) ha nacido para proteger aquellos lugares que han conseguido mantener, durante los siglos, una tradición que permite producir alimentos de forma sana y sostenible". Un reconocimiento que sale de una candidatura apoyada por las administraciones valencianas pero, también, por el Ministerio de Transición Ecológica; desde Madrid se firmó la protección y la destrucción de la Horta valenciana.