La Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (EMSHI) ha puesto en práctica en los colegios de València y su área metropolitana un proyecto de concienciación para que, a través del juego, la comunidad escolar interiorice el valor del agua y la importancia de hacer un consumo responsable de este recurso para cuidar el planeta.
La actividad, dirigida a alumnos y las alumnas de Primaria, se ha llevado a cabo en un total de 355 centros escolares y se ha divido en dos fases. Así, en la primera fase, se les envió a todos los colegios material didáctico y un cortometraje donde el ‘Profesor Acuífero’, un personaje de ficción que es científico especializado en la historia y tratamiento del agua, viaja con su máquina del tiempo a diferentes épocas pasadas para saber cómo se trataba el concepto de la potabilización del agua a lo largo de la Historia. Tras visualizar el vídeo y trabajar el material, que contenía un diagrama interactivo, el alumnado junto con los profesores y las profesoras, se enfrentaba a preguntas sobre el tema trabajado y sus respuestas quedaban registradas.
Así, los siete colegios mejor posicionados en el concurso pasaron a la segunda fase, donde un equipo especializado ha desplegado en cada uno de los siete centros la ‘Feria del Agua’ con talleres tituladas “Agua por un tubo”, “Salva a la tortuga”, “La ciencia del agua”, “Malgastar no es un juego”, “Vida de plástico” y “No es cosa de magia”. A través de circuitos de juegos, pruebas y actividades cerca de 700 alumnos y alumnas han participado activamente y en equipo en esta segunda fase, con el fin de que el proyecto de la EMSHI deje una huella educativa y que todo lo trabajado no caiga en el olvido.
La presidenta de la EMSHI, Elisa Valía, ha explicado que la Entidad Metropolitana ha impulsado este proyecto porque “hay que empezar desde la infancia a concienciar sobre el valor del agua, especialmente cuando todavía hay más de 2.200 millones de personas carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados de forma segura, según datos de la ONU”. Para Valía, los niños y las niñas “son grandes agentes de cambio y su aprendizaje en estos talleres tiene un efecto multiplicador, ya que con toda seguridad contarán en casa lo que han hecho y, por lo tanto, lo aprendido llegará también a su entorno”.