El Puerto promete que los cruceros no contaminarán Natzaret, aunque "ya lo hacen ferrys y portacondenedores"

El mesurador d’aire sud del Port no mesura el principal element contaminant dels creuers i grans bucs, mentre que l’Associació de Veïns reclama una zona d'”emissions zero”

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La Autoridad Portuaria de València (APV) recibió ayer una buena noticia. Puertos del Estado, dependiente del Ministerio de Fomento -con el valenciano José Luís Ábalos al frente-, comparte la opinión del Puerto: la declaración ambiental para la ampliación en 2007, pese a que ahora se cambian usos, reubican destinos y se hacen nuevos dragados, es válida para 2019, 12 años después. Una opinión con la que difiere el Ayuntamiento de València y los vecinos del principal barrio afectado, Natzaret.

Puertos del Estado afirma que la declaración ambiental continua vigente y con "plena validez". Uno de los dos ministerios implicados en el tema, así, se ha pronunciado en favor de los intereses de la Autoridad portuaria. Tanto desde la Generalitat como desde el Ayuntamiento se ha manifestado repetidamente la disconformidad. No respecto a hacer la ampliación o no, sino a hacer un nuevo estudio ambiental para saber su afectación en su contexto.

137 hectáreas de 'nueva' tierra

Desde la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, dirigida por Mireia Mollà, han solicitado al ministerio de Transición Ecológica una reunión para tratar la ampliación norte, para demandar que se haga una nueva Declaración de Impacto Ambiental (DIA). La aplicación del puerto, tal y como señala en sus pliegos, supone convertir en un nuevo muelle de contenedores un espacio de 137 hectáreas que, actualmente, es agua. Es el mismo espacio donde atracan los grandes cruceros de pasajeros, los cuales son uno de los vehículos más contaminantes del planeta; 65 contaminan, en un año, lo mismo que los 348.260 turismos del Cap i Casal.

Estos grandes buques pasarían a atracar en los conocidos como Muelles de Boluda, frente al barrio marítimo de Natzaret. Algo que levantó polémica por la nueva contaminación que traería a los vecinos: el agua se encuentra a menos de 500 metros de las primeras viviendas, y a menos de 200 del futuro Parque de Desembocadura.

La APV, en declaraciones a València Extra, ha asegurado que eso no será un problema gracias al suministro eléctrico: "El plan es instalar una subestación eléctrica, capaz de proporcionar la energía suficiente a los cruceros". Así, estos no tendrían por qué tener en marcha sus "motores auxiliares", con lo que no emanarían gases ni emitirían ruidos mientras estén en el muelle. Algo, sin embargo, que es "insuficiente" para la Asociación de Vecinos.

Emisiones cero

Julio Moltó, representante de la Asociación, señala que no todo es que "no contaminen cuando atraque junto a Natzaret": "Contaminan durante todo el trayecto y dejarán de hacerlo puntualmente". Moltó señala que, además, no sólo en ese posible futuro llegaría la contaminación del puerto al barrio; actualmente atracan en los muelles cercanos ferrys y portacondenedores. "Los megacruceros en el proyecto inicial estarían en la ampliación norte. Modifican el proyecto y cambian usos, pero dicen que les sirve la DIA de 2007", asevera.

Los buques marinos son uno de los principales responsables de las emisiones de óxidos de azufre, uno de los gases contaminantes más dañinos. La estación para medir el aire en la zona sus del puerto, tal y como apunta Ecologistas en Acción, no recoge las emisiones de dichos gases. Pese a que el puerto de València es el más grande del Mediterráneo y de España, sólo tiene dos medidores de calidad del aire; Alacant tiene cuatro, Castelló dos y Barcelona seis.

Desde la Asociación de Vecinos de Natzaret reclaman una "zona de emisiones cero" que frene la contaminación portuaria en el barrio. Algo que, aseguran forma parte de "un problema global", pero que de forma local empieza por evitar la polución a los vecinos: "Sean ferrys, portacondenedores, megacruceros o petroleros".

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