El área de Medio Ambiente de la Diputació de València, como coordinadora territorial del Pacto de las Alcaldías por el Clima y la Energía, continúa implementando políticas efectivas de lucha contra el cambio climático poniendo a disposición de los ayuntamientos recursos para impulsar la eficiencia energética de sus edificios.
El año pasado se aprobó la concesión de ayudas para la certificación energética de los edificios públicos de más de 250 m² con una inversión de 100.000 euros. El pasado jueves 23 de enero se publicó en el BOP la resolución de la convocatoria donde se beneficia a 54 municipios y un total de 112 edificios públicos (bibliotecas, escuelas de música, casas de la cultura, centros cívicos...).
“La finalidad de la certificación es, en primer lugar, analizar el estado de los edificios para determinar su aptitud energética y en segundo, proponer acciones para reducir su consumo porque ya se sabe que solo aquello que se mide se puede controlar y mejorar”, ha explicado la vicepresidenta de la Diputació y responsable del área de Medio Ambiente, Maria Josep Amigó.
La certificación es el primer paso para optimizar el confort de los edificios, tanto desde un punto de vista térmico como lumínico y acústico, y puede representar una menor dependencia de la energía de origen fósil. Asimismo, es una herramienta que favorece la recuperación de profesiones ligadas al ámbito de la construcción, como también la capacitación de profesionales relacionados con el asesoramiento energético.
Hay que destacar que la certificación de los edificios públicos la realizarán, principalmente, los técnicos municipales, que son las personas que conocen de primera mano sus puntos débiles y saben qué medidas son las más adecuadas para fomentar su renovación energética mediante la instalación de un buen aislamiento de la fachada y las ventanas, la sustitución de sistemas de climatización por otros más eficientes o la monitorización del consumo.