Las brigadas forestales de la Diputació de València intervendrán de forma coordinada con la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) en cauces y barrancos para gestionar y mantener la vegetación de ribera, reduciendo así el peligro de incendios forestales en estas zonas.
Así se ha acordado en una reunión entre Divalterra y la CHJ, en la que han estado presentes, por parte de la empresa pública de la Diputació, el presidente del Consejo de Administración Ramiro Rivera, el gerente Antonio Mas y el Jefe de Servicio de Brigadas Forestales, Álvaro Escrig; y por parte de la CHJ, su presidente, Manuel Ignacio Alcalde; el comisario de Aguas, Miguel Polo, y la Jefa de Área de Gestión Medioambiental, Eva Beltrán.
Durante el encuentro, se ha abordado la problemática que supone el rápido crecimiento de las cañas en los cauces de los ríos, por lo que se estudiará la posible colaboración de Divalterra en el mantenimiento de la vegetación en las actuaciones de restauración que realice la Confederación, en la que se engloban 46.000 km de cauces.
Además, ambas entidades han coincidido en la necesidad de simplificar los trámites administrativos con el objetivo de agilizar los trabajos.
Divalterra ha recordado cómo elabora su Plan de Trabajo de forma anual, en base a las solicitudes de los ayuntamientos y siguiendo los criterios establecidos por la Comisión de Seguimiento, integrada por el Servicio de Medio Ambiente de la Diputació de València, el Consorcio Provincial de Bomberos y la dirección de Brigadas Forestales.
En concreto, respecto a las actuaciones en cauces, únicamente se interviene en zonas de interfaz urbano forestal, comprometiéndose el ayuntamiento tanto a la retirada de los restos como al mantenimiento de la actuación.
En el Plan de Trabajo de 2019 de Brigadas Forestales se incluyó la intervención en 33 cauces y en 2020 en 25, sin embargo es previsible que la crisis derivada de la COVID-19 impida la ejecución de la totalidad de las actuaciones planificadas.
Intervenciones en cauces
Divalterra cuenta con equipos especializados para el trabajo en cauces, barrancos y el interfaz urbano-forestal, con máquinas desbrozadoras manejadas a distancia por radiocontrol.Estos aparatos, pioneros a nivel nacional, optimizan el tiempo dedicado a la trituración de la vegetación y permiten trabajar en zonas de difícil acceso y terrenos en pendiente de forma muy segura.
Asimismo, los trabajos se complementan con herramienta manual, especialmente en zonas en las que por la orografía del terreno no es posible acceder mediante la maquinaria.
Estas actuaciones incluyen el desbroce, poda y retirada de árboles muertos, eliminación del exceso de vegetación oclusiva, regularización sin excavación de la rasante y cajeros en el cauce afectado y la retirada de residuos sólidos.