Todo apunta a que el ministro de Sanidad aprobará la petición de la Comunitat Valenciana de pasar a la fase 1 de la desescalada la próxima semana. Los datos son relativamente positivos respecto al descenso de contagios y de ocupación de los hospitales y la Comunitat se encuentra entre las menos afectadas por cada 100.000 habitantes. Así pues, la entrada en la fase 1 permitiría la reapertura de terrazas de locales de restauración para la admisión de clientes. Unas terrazas que tendrán que estar al 50% de su ocupación y que tendrán que garantizar la distancia de dos metros de seguridad entre las mesas del local.
Una de las medidas de prevención de contagio obligatoria será la instalación de dispensadores de hidrogeles desinfectantes para que los usuarios puedan lavarse correctamente las manos antes de hacer uso de las instalaciones. Así queda constatado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), donde también quedan plasmadas otras medidas como la utilización de cartas digitales o con código QR, de forma que los clientes podrán consultar la carta a través del teléfono móvil, o la redacción de las mismas cartas en pizarras. En la misma línea de evitar el intercambio de material entre personas, se recomienda siempre que sea posible hacer uso de las tarjetas bancarias a la hora de pagar el servicio.
Cualquier producto de autoservicio, como son los servilleteros, las aceiteras o los saleros, quedara reemplazado por monodosis de estos productos o por consumo a demanda del cliente. Además, las tapas se tendrán que servir individualmente para evitar el contacto de varias personas en la misma vajilla.
En cuanto a la limpieza y desinfección del material de las terrazas, como las mesas y las sillas, se tendrá que realizar dos veces como mínimo en el día, y se recomienda hacerlo también cuando un nuevo grupo de personas acceda. Además, solo se podrá acceder a los lavabos uno por uno, y la desinfección de estos se realizará seis veces al día, como mínimo.
Se tienen que garantizar condiciones laborales seguras para todos los trabajadores, que tendrán que hacer uso de equipos de protección individual (EPI) y equiparse con una mascarilla, siempre que no sea posible respetar la distancia de seguridad con los clientes o con otros trabajadores.
La posibilidad planteada de ampliar horarios quedó rechazada por la Concejalía de Espacio Público, puesto que consideraban que podría afectar el derecho al descanso de los vecinos de las zonas más saturadas. Sin embargo, la concejala Lucia Beamud sí que se comprometió a agilizar la concesión de nuevas terrazas.