Vicent Marzà: “Erradicar el absentismo escolar es clave para prevenir la exclusión social”

Educació estableix un protocol per a coordinar la prevenció i intervenció contra l’absentisme escolar

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La Consellería de Educación, Cultura y Deporte ha elaborado un protocolo para luchar contra el absentismo escolar, que profundiza en la coordinación del trabajo y la colaboración entre Educación y ayuntamientos no solo en el momento de intervenir ante este problema social, sino también en la prevención y en la evaluación y mejora de los procedimientos de actuación.

Disminuir el absentismo escolar y reducir el abandono prematuro de las aulas es una de las líneas estratégicas de esta legislatura. En este sentido, el conseller Vicent Marzà, subraya que “erradicar el absentismo escolar es clave para prevenir la exclusión social y garantizar una inserción social y laboral futura”, y ha añadido que “el absentismo escolar es un problema social que deriva de la interacción de diferentes dimensiones más allá del ámbito educativo y es por ello que hay que avanzar en la construcción de un marco protector global y comunitario que unifique criterios y que se pueda integrar en los programas de absentismo de cada municipio y territorio”.

Todas las actuaciones sobre absentismo escolar están estructuradas en este protocolo desde el ámbito educativo, pero van dirigidas también al ámbito local mediante los consejos escolares municipales.

Definición de absentismo escolar

El absentismo escolar es la falta de asistencia no justificada, ocasional, frecuente o total en el centro educativo del alumnado que cursa las etapas de Educación Primaria, Educación Secundaria Obligatoria y Formación Profesional Básica, sea por voluntad propia o de su familia o representantes legales.

En función de ello las instrucciones del protocolo definen una escala de tres niveles de absentismo escolar de menor a mayor gravedad y las actuaciones a emprender. Así, se considera absentismo leve cuando un alumno o alumna presenta entre un 15 % y un 25 % de faltas no justificadas, mensualmente. Esta situación determina el inicio del procedimiento de intervención sobre la situación de absentismo en el centro educativo.

Los casos graves (entre un 25 % y un 50 % de faltas no justificadas, mensualmente) y crónicos (a partir de un 50 % de faltas no justificadas) se abordarán conjuntamente por los centros y el Consejo Escolar Municipal.

Este instrumento, que entrará en vigor el 1 de septiembre de 2020, nace con el fin de garantir el acceso, la participación y el aprendizaje a todo el alumnado para conseguir la plena escolarización y la reducción del absentismo escolar en las etapas de Educación Primaria, de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y de Formación Profesional Básica, entre los 6 y 16 años, y que, a consecuencia de ello, se reduzca la tasa actual de abandono prematuro de las aulas.

Persigue, por lo tanto, cuatro grandes objetivos: establecer un protocolo para la prevención y la intervención en casos de absentismo escolar, que sistematice y coordine las actuaciones de todos los agentes implicados; detectar y asegurar intervenciones en los estadios más tempranos, que eviten la cronificación del absentismo escolar; obtener información actualizada y fiable que permita reconocer las situaciones de absentismo escolar e identificar las circunstancias que lo provocan y lo mantienen; y, además, favorecer la reincorporación al sistema y el seguimiento del alumnado absentista y reducir el abandono escolar.

Actuación en tres fases

El primer paso es el de la prevención. En esta fase cada centro educativo recogerá, en el proyecto educativo de centro, actuaciones para la prevención del absentismo escolar y determinará las funciones de las personas implicadas. Los procedimientos se difundirán entre toda la comunidad educativa: equipo educativo, órganos colegiados, alumnado, familias, etc.

Además, a través de los diferentes planes que conforman el proyecto educativo de centro, se desarrollarán todas aquellas acciones de prevención del absentismo escolar, como por ejemplo, tutoría entre iguales, formación de familias, planes de orientación personalizados, programas de transición entre etapas, planes del entorno, etc.

El profesorado, por su parte, introducirá las faltas de asistencia en la plataforma Itaca diariamente. El tutor o la tutora hará constar semanalmente las faltas que están justificadas y las que no, y lo comunicará a la familia o representantes legales.

La segunda fase es la de intervención ante los casos de absentismo escolar detectados. Identificados los casos de absentismo, habrá que verificar y analizar las causas posibles, comunicarlo a la familia, entrevistar al alumno o alumna y registrar todas las actuaciones realizadas.

El protocolo refuerza la actuación conjunta entre los centros educativos y los servicios sociales municipales a la hora de realizar las intervenciones, en las cuales también se pide la cooperación de las familias mediante la firma de una carta de compromiso familia-tutor-alumno en la cual se plasmarán las responsabilidades de las partes, las actuaciones a implementar, la planificación y el seguimiento de los acuerdos tomados.

La dirección del centro trasladará los casos catalogados como graves o crónicos al Consejo Escolar Municipal, para que los responsables sean conocedores e inicien las acciones correspondientes en su marco de competencia. Esta decisión se comunicará a la familia por medio de correo certificado para su conocimiento.

Si se detecta, además de la situación de absentismo, que el alumno se puede encontrar en situación de riesgo o desprotección, se tramitarà la Hoja de desprotección ante la Consellería de Bienestar Social. Si implementadas todas las actuaciones, no se resuelve la situación de absentismo, se considerará el caso como una vulneración muy grave del derecho a la educación y se comunicará a la Fiscalía de Menores.

La tercera y última fase del protocolo es la de evaluación y mejora. Antes del inicio de cada curso escolar, los equipos directivos de los centros de Educación Primaria y de Educación Secundaria Obligatoria, en aplicación de los planes de transición, comprobarán que todo el alumnado se encuentra escolarizado.

Al finalizar el curso, o con la frecuencia que establezca el centro, los equipos directivos analizarán la estadística sobre el absentismo escolar del centro para determinar otras actuaciones de carácter organizativo y estructural. El equipo directivo también evaluará la implementación de las actuaciones realizadas, la evolución de los casos de absentismo escolar y lo incorporará a la memoria de fin de curso. Esta información, por su relevancia, se puede trasladar al Consejo Escolar Municipal. Finalmente, se incorporaran las propuestas de mejora a través del Plan de actuación para la mejora (PAM).

Para facilitar la tarea del personal docente y de los equipos directivos de los centros escolares en la implantación de este protocolo, Educación publicará en el web una ‘Guía de orientaciones para la prevención y la intervención ante casos de absentismo escolar’.

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