El colectivo 'València no està en venda' sale a la calle para detener "proyectos urbanísticos sin sentido"

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El colectivo 'València no està en venda', que agrupa a más de un centenar de entidades implicadas "en la defensa del derecho a la vivienda y de la huerta", se ha manifestado este sábado para pedir que el Ayuntamiento pare "los proyectos urbanísticos que no tienen ningún sentido" porque a su parecer va a "construir más vivienda, cuando no ha habido un crecimiento demográfico".

La convocatoria de la campaña ha salido del Parterre, ha recorrido las calles del centro de la ciudad hasta la Plaza del Ayuntamiento para finalizar en la Plaza de Manises.

En la manifestación se han podido escuchar consignas como "València no està en venda", "la ciutat per qui la habita i no per qui la visita (la ciudad para quien la habita, no para la quien la visita)", "volem vore l'horta, no la terra morta (queremos ver la huerta, no la tierra muerta)".

También, los manifestantes han exhibido pancartas en las que se podía leer "que alquilen el Ayuntamiento en Airbnb, para que disimular", "por una ley que prohíba especular con la vivienda" o "menys ciment i més coneixement (menos cemento y más conocimiento)".

La portavoz de la campaña, Silvia Cortés, ha afirmado que creían que "con un gobierno "más izquierdista, sobre todo en cuestiones como territorio y la vivienda sería algo diferente" en materia urbanística.

No obstante, ha criticado que hay "muchos proyectos urbanísticos encima de la mesa como la ZAL, el PAI de Benimaclet o del Grau o el proyecto de Godella para construir más y más y destruir la huerta".

CONTROLES SOBRE LA TURISTIFICACIÓN

Los manifestantes han pedido controles sobre la "turistificación que sufre la ciudad" y sobre la 'burbuja del alquiler', "porque cada vez es más inaccesible poder alquilar una vivienda", ha defendido Cortés.

"Ya no se compran viviendas o se suscriben tantas hipotecas porque ha habido una crisis estamos en una situación más precaria. Ahora ha cambiado el modelo y mucha gente intenta alquilar un piso para poder vivir y la realidad es que cada vez es más inaccesible, ya que un precio medio del alquiler ahora son 600 euros y con un sueldo de 1.000 euros para una familia es muy complejo", ha agregado.

Además, los manifestantes han marchado para defender la huerta como "patrimonio cultural, económico y ambiental, porque es un pulmón de la ciudad". Por otro lado, han pedido medidas de control para detener la subida de los precios del alquiler, con unos precios máximos para que "no se pueda comerciar con el derecho a la vivienda porque no puede ser una mercancía sino que tiene que ser un derecho".

Más de 140 entidades y colectivos se han adherido a la manifestación bajo el lema 'València no està en venda, protegim el territori, defensem l'habitatge'. De esta manera tratan de unificar las luchas de barrios como el Cabanyal, Benimaclet, la Saïdia o Ciutat Vella, entre otros; además de las plataformas implicadas en la lucha por el territorio: Per l'Horta, Horta És Futur-No a la ZAL o Salvem Godella.

El objetivo es "mostrar que ambas luchas pertenecen a las dos caras de la misma moneda: el tratamiento del territorio y la vivienda como una mercancía y no como una necesidad básica de las personas". De esta manera tratan de parar los proyectos urbanísticos puestos en marcha que "destruyen el territorio y especulan con la vivienda".

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