Los vecinos y vecinas de Benimaclet toman la calle para protestar contra el PAI

La manifestació va reunir prop de 6.000 persones per mostrar el rebuig a la construcció de 1.345 habitatges al barri i pressionar l’Ajuntament de València per actuar

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A las 11 horas del domingo 26 de enero un grupo de personas se reunían en el cruce de la calle Murta con la avenida Valladolid para escuchar al cantante y vecino del barrio, Xavi Sarrià, interpretar algunos de sus temas más conocidos. En aquel punto se iniciaba media hora más tarde la manifestación convocada por Cuidem Benimaclet y la Asociación Vecinal de Benimaclet en protesta contra el Programa de Actuación Integrada (PAI) de Metrovaesca, que prevé construir 1.345 viviendas nuevas en el barrio.

"El PAI estaba pensado en 1988 para una València con 1.300.000 personas y 30 años después somos alrededor de 795.000". Con este argumento, desde Cuidem Benimaclet denuncian que la actuación se encuentra obsoleta. La plataforma calcula que, a razón de 3 personas por domicilio, el PAI implicaría la llegada de entre 4.000 y 5.000 nuevos vecinos en un barrio donde viven 20.000 personas. Carlos Marcos, representando de Cuidem Benimaclet, cree que la llegada de golpe "no sería sostenible", porqué "a estas alturas ya nos encontramos con Centros de Salud y Escuelas saturadas" y podría provocar una situación de "colapso poblacional".

Entre 6.000 y 7.000 personas, según los convocantes, marcharon por las calles de Benimaclet la mañana de domingo. Una jornada que Marcos califica "de éxito total, no solo por la cantidad de gente, sino por la calidad de la manifestación". Las diferentes plataformas trabajaban juntas desde hace meses para prepararlo. En el caso de Cuidem Benimaclet, llevan a cabo acciones durante todo el año "para mostrar en la calle como es el barrio". En concreto, hace más de medio año que "conocemos la fecha del acto del domingo". Un elemento importante ha sido buscar la adhesión de los comercios y colectivos de Benimaclet – más de 150 han participado- visitándolos en sus locales.

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"Llevamos un barrio nuevo en nuestros corazones", parafraseando a Durruti, o "La historia es nuestra y la hacen los barrios", versionando a Allende, son algunos de los lemas con inspiración histórica que se podían leer en las pancartas y carteles que el vecindario de Benimaclet lució. Otros, más concretas, rezaban "Defendemos Benimaclet, recuperamos l'Horta", "Mai PAI" o "Por un urbanismo participativo". Incluso había lugar para el humor: "Más garrofó y menos hormigón", rezaba una. Las actuaciones de la Joven Muixeranga de València, la pandilla de dulzaineros y tabaleters de Benimaclet, Estrella Roja y los gigantes de la Assamblea vecinal aportaron la música de ambiente y la vistosidad, y los vecinos se sumaron elaborando excavadoras y máquinas de demolición de cartón.

Para Carlos Marcos, estamos hablando de un "día histórico", porque "las dos asociaciones vecinales más grandes hemos trabajado juntas". Si a esto sumamos la respuesta de la gente, para Marcos queda claro cuál es el interés general del barrio: "parar el PAI y desclasificar la zona como suelo urbanizable".

Llamamiento al Ayuntamiento de València

El recorrido acabó con la lectura de un manifiesto, que reclamaba "un barrio digno y participativo, sin expulsiones entre el vecindario, con dotaciones y servicios públicos suficientes, que conserve el patrimonio histórico y con un vínculo con la huerta".

Desde Cuidem Benimaclet denuncian la contradicción que existe en el Ayuntamiento de València. Para Carlos Marcos no es compatible que "por un lado declare la emergencia climática, y por el otro no tenga en cuenta el impacto del PAI ni tampoco la huella ecológica que dejaría la construcción de todos estos edificios". Marcos apunta, apoyándose en diferentes estudios, que «València pierde viviendas todos los años y se siguen construyendo edificios, los precios en Benimaclet no paran de subir, con un encarecimiento de la vivienda que puede provocar la expulsión de los vecinos».

Carlos Marcos afirma que ahora "el Ayuntamiento de València se encuentra en el momento perfecto para paralizar el PAI. Solo le hace falta voluntad política, porque ya ha visto de qué lado está el interés general".

En diferentes momentos, Cuidem Benimaclet ha recogido y entregado en el Ayuntamiento más de 2.000 firmas por registro de entrada.

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