El Levante no logra encontrar su juego, ese con el que maravilló el año pasado al Ciutat de València. El conjunto granota comenzó en la misma dinámica con la que finalizó la pasada campaña pero con el paso de las jornadas y las lesiones sufridas, en las que han ido cayendo jugadores importantes, el equipo de Muñiz se ha convertido en un equipo plano, falto de ideas y, sobre todo, falto de gol. Si cada partido es una final para el Levante, de momento se salda malamente con 12 puntos, 2 victorias, 6 empates y 3 derrotas. Ante el Girona ha dejado escapar una oportunidad de ganar a uno de los principales equipos de 'su Liga', una nueva derrota que llega justo antes del fin de semana de descanso, momento en el que el Levante deberá aprovechar para pulir las faltas que le están lastrando a nivel de juego y resultados.
El conjunto granota salió al Ciutat de València a verlas venir. Con un equipo metido atrás, durante los primeros minutos se vio arrinconado por el Girona que en el minuto nueve tenía en las botas de Stuani la primera gran ocasión que Raúl se encargó de desbaratar. El Girona salió al campo de Orriols con la lección aprendida leyendo a la perfección las intenciones del Levante, frenándolo en su campo y evitando los robos y contraataques. Los de Muñiz no supieron desprenderse del dominio al que le sometió el conjunto de Machín y no encontraron las ideas suficientes para disponer de ocasiones en la portería rival. Casi a la media hora de juego, Bardhi lograba llegar con peligro al área de Bounou pero el portero detenía el disparo del granota. Un primera parte en la que el Girona estuvo mucho más cerca de inaugurar el marcador que el equipo local y que finalmente se llegó al descanso con el susto en el cuerpo tras dos nuevas ocasiones en las botas de Portu y Espinosa. Quedaban 45 minutos para despertar, el descanso debía servir para reflexionar y salir con una nueva actitud para intentar que los tres puntos se quedaran en casa y lograr una victoria que le quitaría presiones al conjunto granota.
El inicio del segundo tiempo pareció un partido diferente al vivido hasta el momento. Los chicos de Muñiz salieron al césped de Orriols con las mismas ganas de hacerse con el triunfo que siempre pero con una actitud más agresiva y pronto vio sus frutos pues en el minuto 52 de partido, Morales recibió un balón al borde del área pero el potente disparo era detenido por Bounou aunque finalmente el balón acaba en córner. Fueron los momentos de juego más brillantes para los granotas en este partido y cuando llegaron las ocasiones. Sin embargo, tal y como pasa en los últimos encuentros, cuando mejor juego desplegaban los de Muñiz llegó el primero del Girona. 
Era el minuto 58 cuando Borja García recibía un balón fuera del área y ponía el disparo a la escuadra donde Raúl no llegaba. El Ciutat de València enmudeció y la jarra de agua fría que cayó sobre los jugadores frenó todo intento de triunfo. El Levante se pasó el resto del encuentro buscando el empate, los cambios realizados por Muñiz dieron un poco más de frescura al equipo pero volvieron las dudas, la falta de ideas a unos jugadores que veían como los minutos pasaban y el gol no llegaba. Y la sentencia llegó en el 83 cuando Stuani, muy activo todo el encuentro, remataba al primer toque desde dentro del área un balón que llegaba al fondo de la portería de Raúl.
Sin embargo, a pesar de que ya no quedaba demasiado tiempo para recomponerse, el conjunto granota sacó pecho y siguió buscando, ahora ya, el gol del honor. Con el tiempo ya cumplido, en el 92, Enes Unal, delantero presentado esta semana y recién aterrizado a las órdenes de Muñiz, estrenaba el marcador local tras cabecear un centro de Ivi. No quedaba tiempo para más, llegaba la tercera derrota en Liga del Levante, justo antes de la jornada de descanso. Momento para reflexionar, momento para enderezar un rumbo que, si bien todavía está en línea con los objetivos, debe virar para poder mantener los puestos en los que se debe estar a final de temporada.