El Observatorio del Canvio Climático empieza una nueva etapa con contenidos interactivos renovados

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Hacer del Observatorio del Cambio Climático una «ventanilla de cambio climático, un lugar al que cualquier persona interesada puede acudir para preguntar y aprender no sólo qué es este fenómeno, sino qué se puede hacer para frenarlo». Ésta es la premisa que ha orientado la remodelación y renovación de la oferta divulgativa de este espacio interactivo de formación, que ha visitado hoy el alcalde de València, Joan Ribó.

Ribó ha visitado las instalaciones acompañado por el concejal de Energías Renovables y Cambio Climático, Roberto Jaramillo, así como por la consellera de Medio Ambiente, Elena Cebrián; el conseller de Educación, Vicent Marzà; el concejal de Gobierno Interior, Sergi Campillo; y la concejala del grupo Popular Maria Àngels Ramón-Llin. Ribó ha subrayado la importancia de poner en uso herramientas didácticas, como este centro, que contribuyen a concienciar a la población sobre la responsabilidad colectiva individual en la lucha contra los efectos del cambio climático.

Tras la remodelación del espacio y contenidos del centro, las actividades se organizan ahora en dos zonas diferenciadas: la primera, dedicada a las causas y consecuencias del cambio climático; y la segunda, centrada en las soluciones colectivas e individuales. El Observatori, que se abrió en 2012, depende actualmente de la Fundación Valencia Clima y Energía, y está abierto a toda la ciudadanía, aunque el público principal son centros escolares. El alcalde ha recorrido las instalaciones, y ha comprobado las nuevas propuestas y elementos audiovisuales.

«PISAR» UN OSO POLAR

La primera modificación está en la entrada: una alfombra con forma de oso polar, situada para provocar una reflexión sobre el modo en que la sociedad «pasa por encima de la destrucción del hábitat de este mamífero». En el recibidor hay un mural con las «Warming Stripes» de Ed Hawkins, tiras del calentamiento creadas por este reconocido climatólogo de la Universidad de Reading (Reino Unido). Y hay también nuevas animaciones sobre el deshielo y la subida del nivel del mar.

Otra de las novedades es una pantalla táctil que permite visualizar de un modo didáctico y lúdico los datos climáticos de la ciudad de València y de otros puntos del planeta, e incluye videos, y ofrece la opción de jugar al juego «Las Letras del Cambio». También está la «Nube», una gran estructura metálica de nueve pantallas, que ofrece una explicación secuencial del proceso de calentamiento global y sus efectos.

LAS 10 R DE LA SOSTENIBILIDAD

La segunda planta presenta una superficie con las llamadas 10R: Rediseñar, Reflexionar, Rechazar, Reducir, Reparar, Reutilizar, Reciclar, Reclamar, Redistribuir, Regular; que suponen un paso más allá de las tres clásicas (Reducir, Reutilizar y Reciclar). El recorrido continua con material cedido por el Ministerio para la Transición Ecológica sobre «adaptación al cambio climático»; y posteriormente, hay un área que plantea soluciones colectivas e individuales: sobre un panel que reproduce la ciudad de València en movimiento, cada visitante deberá decidir el uso que hace de los resiudos, la movilidad o la energía, y según su decisión la proyección tendrá uno u otro final. Depués, en dos paneles de dimensiones más reducidas se invita a las personas participantes a descubrir, a los llamados «vampiros energéticos» de las casas, y a pensar sobre cuáles son las acciones más eficaces frente al cambio climático. La última propuesta es la proyección «Valencia 2050», un conjunto de viñetas de Forges sobre el cambio climático.

Tanto el alcalde Joan Ribó, como el concejal Jaramillo, han destacado la importancia de concienciar a la ciudadanía sobre los efectos ya visibles del calentamiento del planeta, y sobre lo que puede traer el futuro en función del modelo de vida de la sociedad.

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