El pleno de Llíria aprobó ayer la licitación de las obras de urbanización de la cuesta de San Miguel. Por su parte, el Consell dio también, en su reunión del pasado viernes, luz verde al convenio de colaboración entre la Generalitat y el Ayuntamiento para la gestión de este proyecto.
Para la ejecución de actuación, la Conselleria de Vivienda y Arquitectura Bioclimática aportará una subvención de 200.000 euros con cargo a los presupuestos de 2020, y se completaría en fases posteriores con un presupuesto total de 835.385 euros.
La superficie objeto del proyecto ocupa unos 3.410 m² y se ejecutará sobre tres zonas: la cuesta de San Miguel, el espacio de unas viviendas demolidas y el de la plaza que se forma en el arranque de la cuesta, entre las calles Quevedo, l'Aldea y Recared.
La actuación comprende las obras de pavimentación y remodelación de las zonas, tanto peatonales como rodadas, se respetará la estructuración de éstas, pero se ampliarán, donde sea posible, las aceras y las zonas ajardinadas existentes, y se dotará también la zona de mobiliario urbano (bancos, jardineras, fuentes, papeleras).
De esta forma se contribuirá a diferenciar los espacios urbanos, se seguirá manteniendo un acceso rodado, pero se quiere dar a la subida un carácter principalmente peatonal.
El alcalde Manolo Civera ha destacado que con este proyecto "se pretende mejorar el acceso a uno de los lugares más emblemáticos de Llíria, de gran interés turístico, como es el monasterio de San Miguel y el poblado ibérico del Tossal de Sant Miquel, declarado Bien de Interés Cultural".