La Ley de Economía Circular abordará cuestiones como la gratuidad del agua en hostelería

La Consellera de Medi Ambient, Mireia Mollà, creu que aquesta norma que "interpel·larà a tots" estarà preparada l'any que ve

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"La Ley de Economía Circular interpelará a todos. Hablamos de la producción no solamente de residuos, sino también con la manera de producir, energía que gastamos y gestión de todo el sistema". Así esbozó Mireia Mollà, la Consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, la que será la nueva Ley para la Prevención de Residuos y fomento de la Economía Circular. Una medida propuesta por Podem la anterior legislatura y que, a falta de conocer las enmiendas de PSPV y Compromís -PP y Ciudadanos ya votaron en contra en una comisión-, señala acciones como el retorno de envases o la obligatoriedad de ofrecer agua 'de grifo' en la hostelería.

La norma, propuesta por el entonces socio 'externo', ahora parte activa del Botànic II, pasó el filtro de la Mesa de les Corts en septiembre de 2018. Unos meses después, en febrero, la Comisión de Medio Ambiente, Agua y Ordenación del Territorio la admitía -con los votos en contra de PP y Ciudadanos-. Quedaba entonces llegar a las Corts, las enmiendas de los distintos grupos, su debate y aprobación. Por entonces se esperaba que las "bases" de la Economía Circular quedarían establecidas en marzo de 2019... Pero llegó el adelanto electoral.

"Se quedo a las puertas de aprobar en la anterior legislatura, y se va a retomar de una manera bastante urgente. Contemplo que en un año, como mucho, la tendremos", señaló el martes Mollà. Si los plazos y cálculos son acertados la Comunitat Valenciana empezará 2021 con esta nueva normativa que, sobre todo, afectará "especialmente a los grandes productores de emisiones".

Fuentes y máquinas

El proyecto de la nueva norma fue aprobada por dicha Comisión en febrero de 2019. Un paso que ya introdujo algunos cambios señalados por los socios de gobierno, PSPV y Compromís. Sin embargo, dado que todavía no ha vuelto a la Mesa de las Corts, no se conoce el detalle de dichas modificaciones, más allá de lo señalado por los protagonistas a la prensa. Sí se puede acceder, sin embargo, a la primera Porposición de Ley presentada por Podem.

  • Mejorar la gestión de residuos para evitar afección ambiental y humana.
  • Reducir la generación de residuos mediante reutilización y reciclado.
  • Desincentivar el uso de vertederos e incineración.
  • Regenerar espacios degradados y descontaminar suelos.
  • Establecer un modelo y espacio legislativo en materia de residuos.
  • Garantizar la adecuada gestión de residuos en transporte, tratamiento y recuperación.

Tras la Comisión, los socios llegar a algún punto común. Se buscará instalar el Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR), aunque con estudios previos y programas pilotos, para adecuarlo a las necesidades. Un modelo con historia en otros países, por el que los ciudadanos y ciudadanas pueden recuperar parte del dinero pagado por latas o botellas al depositarlos en contenedores especiales.

La normativa afectará al día a día de numerosos sectores, también del público. Según se detalla en el Artículo 15, la Generalitat Valenciana "aprobará un plan de contratación pública sostenible y de innovación e impulso a la economía circular". Un aspecto que, según se anunció, sería revisado también por PSPV y Compromís, que llevaría esta política a diversos ámbitos, como la gestión de residuos orgánicos en comedores escolares, o la prioridad de compra de productos de diseño ecológico.

Otro de los aspectos que más llaman la atención es lo relativo al agua; los establecimientos de hostelería y restauración tendrán obligación de "ofrecer la posibilidad de consumo de agua no envasada, de forma gratuita". Este punto, también sujeto de revisión, es una práctica habitual en otros territorios, como en la Comunidad de Madrid.

10 céntimos por lata

La Ley contempla el sistema SDDR que, por otro lado, ya se estudió y habló de posible papel en el Plan Integral de Residuos. Según el proyecto de la norma, lo buscado sería que, en 2025, "el 90% de las botellas de plástico se recojan" mediante este sistema, así como las latas de refrescos.

Tal y como se apuntó anteriormente, el usuario o usuaria depositaría el envase en una máquina dispuesta, que daría a cambio unos 10 céntimos. No se trata de un dinero 'gratis'; estos céntimos irían sumados al precio habitual del producto; es decir, se recuperarían.

La norma aborda, también, prohibir los vasos, cubiertos, platos y pajitas de plástico de un solo uso, así como la posible obligación de que, junto a las máquinas expendedoras, las empresas deban disponer una fuente de agua pública. "Si queremos cumplir en buenas condiciones los índices marcados en la Comisión Europea en 2030-2050, tenemos que empezar ya, de una manera importante", señaló Mollà.

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