La Universidad Complutense de Madrid está llevando a cabo una investigación que sitúa el Clúster Textil Sanitario de Ontinyent como ejemplo de reacción de la industria local a la pandemia de la Covid-19. La investigación está encabezada por la profesora especializada en sistemas de producción local (SPL) y distritos industriales, Rosa Mecha, quien explicaba que "durante los meses más crudos de la pandemia del coronavirus vimos que algunas zonas, gracias a sus redes territoriales y su proximidad, consiguieron aflorar su producción". Destaca, en este sentido, la iniciativa impulsada por el Ayuntamiento de Ontinyent y ATEVAL el abril de 2020 para garantizar el abastecimiento de material sanitario como mascarillas o equipos de protección individual (EPIs).
El alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, quien mostraba su satisfacción porque "esta iniciativa que tenía voluntad de ayudar a nuestras empresas en uno de los momentos económicos y sociales más complicados que hemos vivido como ciudad y como sociedad en general" pueda ahora ser objeto de estudio y "así ayudar en el futuro en otros territorios a impulsar iniciativas para apoyar a su tejido empresarial".
En palabras de la investigadora Mecha, el sector del textil de Ontinyent fue capaz de readaptar su producción ante la crisis sanitaria y sobre todo "generar ocupación. Reaccionó rápidamente y bien". Hay que recordar que durante el año 2020, la industria local de Ontinyent redujo el paro en un 3,15% en un momento donde estaban destruyéndose lugares de trabajo de manera generalizada. Para lograr esta reducción del paro en 2020 y facilitar la adaptación de las empresas, la creación del Clúster Textil Sanitario de Ontinyent fue fundamental gracias a la inversión de 300.000 euros destinada para los años 2020 y 2021.
En concreto, la iniciativa objeto de investigación cuenta para 2021 con un presupuesto de 150.000 €, que se suman a los 150.000 que ya se destinaron en 2020. Este apoyo se concreta en cuatro grandes líneas de trabajo articuladas a través de ATEVAL, que incluyen el funcionamiento de una oficina técnica de apoyo a las empresas de Ontinyent que tengan voluntad de reconvertir su producción o parte de ella a la fabricación de material sanitario o de EPIs; la organización de desplazamientos a ferias de tecnología médica; el apoyo de consultoría para la implantación de la norma de calidad ISO 13485 y el marcado CE; y la realización de jornadas de carácter técnico, comercial y en temas concretos que afectan estos sectores. Dentro de las acciones incluidas para el impulso al Clúster, están también las bases de una convocatoria de ayudas municipales de hasta 1.000 euros para empresas que hayan tenido gastos en análisis en institutos tecnológicos; gastos para el desarrollo de nuevos productos destinados al mercado sanitario o de protección personal; o costes de tramitación ante la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios para la obtención de licencias.
Esta iniciativa, que cuenta ya con la participación de cerca de 60 empresas locales, se enmarca dentro del que Mecha califica de "distritos industriales" (sistemas productivos locales) que han sido los que durante estos meses se han mostrado muy resilientes y capaces de adaptarse a la crisis todo y "la nefasta política industrial de España" consecuencia de no haber "can plano para hacer frente a la pandemia" y que ha sido salvada por "estas redes locales". La investigadora recomendaba en estas zonas vigilar el plan de reparto de ayudas europeas del Gobierno para que llegan donde se está haciendo un trabajo de calidad y valor añadido.
Una recomendación que el alcalde agradecía y recordaba que es fundamental aprender de los errores. "No podemos volver a comprar en China textiles sanitarios que pueden fabricar nuestras empresas. Han demostrado su capacidad de fabricación y su capacidad de adaptación e innovación" porque si "bien las empresas del Clúster Textil Sanitario empezaron fabricando mascarillas y EPIs, ahora también están innovando y creando productos tan exitosos como la manta escuela o fabricando maquinaria para poder desarrollar la fabricación de tejidos sanitarios", concluía.
La investigación una vez esté finalizada será publicada en revistas especializadas y de divulgación. Será, además, traducida al inglés para acceder a instituciones internacionales, a diferentes niveles tanto especializados como generalistas.