En el mes de abril del año 2022 está previsto que finalicen las obras de reurbanización del entorno de la plaza de la Ciutat de Bruges, la Llotja de la Seda, el Mercado Central y la Iglesia de Sant Joan del Mercado. Y ya se ha empezado a trabajar en ello. Ayer comenzaron los trabajos en esta zona, que supondrán una de las actuaciones de mayor envergadura para la ciudad de València. Sandra Gómez destacó que la actuación se ejecutará en cuatro fases que se desarrollarán en 12 meses.
"Se trata de uno de los proyectos más importantes de la ciudad València, puesto que prevé la regeneración urbana de un ámbito que se desarrolla alrededor de tres Bienes de Interés Cultural (BIC), como son la Llotja de la Seda, el Mercado Central e Iglesia del Sant Joan del Mercado. Transformará el entorno en un espacio de conjunto unitario y lo convertirá en un ámbito peatonal, puesto que supondrá la recuperación de 20.000m² de suelo urbano para la ciudadanía", destacaba la vicealcaldesa y regidora de Desarrollo y Renovación de Urbanismo.
Este proyecto cuenta con un presupuesto cercano a los 6 millones de euros y está financiado al 50% por la Unión Europea por ser un proyecto que "ayuda a crear un entorno amable y luchar contra el cambio climático". Hasta ahora, el ayuntamiento ha estado seis años trabajando junto a la Conselleria de Obras e Infraestructuras. Por lo que, se trata de una iniciativa importante y por eso las obras durarán 12 meses, divididas en cuatro fases.
La primera fase empezó ayer en la plaza Ciutat de Bruges y adyacentes (Calle Vieja de la Palla, Plaza de la Comunió de Sant Joan, y parte de la calle Boatella). El próximo lunes se cortará la avenida del Oeste "y la previsión -según explicó Gómez- es que las obras estén acabadas en esta zona antes de la campaña de Navidad para no afectar al Mercado Central".
La segunda fase arrancará el mes que viene, con un ámbito de actuación en la zona Norte de la plaza del Mercat, desde Bolsería hasta el mercado Central, mientras que la Fase 3 comenzará en agosto sobre la zona sur de la plaza del Mercat y la 4 en noviembre para acabar la actuación en las calles María Cristina y Carabasses.
En qué consistirán las obras
En un principio, se ha apostado por diferentes tipos de pavimentos en función del espacio en el que se trabaje, que simularán los caminos del agua. De esta manera, se colocará, en el entorno de la Lonja un pavimento de piedra natural similar al de su fachada, y que contraste con el de los escalones, ya que "se trata de uno de los pavimentos más antiguos de la ciudad".Para el entorno de la Iglesia de los Santos Juanes, se empleará la misma piedra de su fachada ,pero en formato más pequeño. Y, lo más destacado, se pavimentará con adoquín recuperado el entorno del Mercado. "Un adoquinado que ahora permanece oculto bajo el asfalto y que recuperaremos".
Asimismo, se ampliarán los espacios verdes con la incorporación de más arbolado y, especialmente, en la plaza del Mercado, se sustituirá el arbolado actual por palmeras datileras, tan propias del paisaje urbano de València.
Por sectores
En la plaza de Brujas, uno de los elementos clave será resolver el final de la avenida del Oeste, "adecuando su traza a la escala residencial del barrio". Pero, además, se añadirá una retícula de palmeras siguiendo los ejes de la estructura del mercado, así como la instalación de un sistema de pérgolas que no solo dotarán de sombras este espacio, sino que servirán para camuflar del paisaje los elementos del actual parking, como los ascensores y la escalera.Finalmente, la vicealcaldesa apuntó hace unas semanas que "aunque se peatonalizará en gran medida, se permitirá el paso tanto del transporte público, como de los vehículos privados que accedan a los parkings públicos y privados". La zona de carga y descarga queda ya resuelta con el espacio destinado dentro del parking del Mercado Central, y se instalarán pequeñas zonas de aparcamiento de bicicletas.
Respecto a la plaza del Mercado, se limpiará el paisaje urbano con la retirada de los actuales elementos de señalización de peatonalización blanda para proyectar un espacio abierto, unificado y peatonal. Asimismo, cabe destacar que se creará una zona a modo de graderío, de cuatro escalones, con la que se conseguirá recuperar la cota original de acceso a Les Covetes y dotarlas de más valor. Eso sí, al tratarse de propiedades privadas, por el momento no se prevé dotarlas de ningún otro uso.
Por último, en la conocida como Plaza Taula de Canvis, se prevé su peatonalización y la ubicación de una zona de juegos.
Además, Gómez señaló que se garantizará, en todo momento, la accesibilidad a los distintos espacios de este entorno, así como el compromiso de apostar por una iluminación eficiente para reducir la contaminación lumínica y el aprovechamiento de la energía. En este sentido, las pérgolas generarán energía eléctrica para abastecer el local público de La Llotgeta, permitiendo emplear la energía sobrante para elementos de recarga de dispositivos móviles en el espacio público.