La MICE se presenta hasta el domingo en la ciudad del Túria. Este ciclo de cine, distinto en su amplitud y fundamentos, busca acercar a los espectadores basándose en el mundo cotidiano que vivimos. Repletos de estímulos visuales, nos movemos en una sociedad que olvida que uno de los preceptos importantes es enseñar con nuestras herramientas a los que vienen detrás: los y las jóvenes.
Con jurados, tallers y workshops, este evento se sitúa como una ventana del cine valenciano al mundo y del mundo a la cultura local. Por eso en esta ocasión el festival está centrado en la India, a la vez que se realizan proyecciones y mesas redondas para acercar a adultos interesados en la pedagogía y chicos y chicas con ganas de gozar del séptimo arte.
Lo mejor de la Mostra es que no se presenta solo en la capital. Localidades como Sagunto, Benetússer, Sueca, L’Eliana o Benetússer tendrán presentaciones de algunas películas y documentales, en algunos casos con la presencia de actores y directores, que podrán compartir con docentes y padres para intercambiar vivencias.
Mientras que en Valencia capital los espacios elegidos para la gran cantidad de novedades que trae esta muestra son el Teatro El Musical, el Palau de Les Arts, el Hospital Pesset Aleixandre e incluso los autobuses de la EMT, en cuyas pantallas se ha presentado el festival mediante un spot para que los viajeros se acerquen a disfrutar del cine.
“La MICE fue pensada como un juego donde poder compartir con amigos que hacen comunicación”, ha dicho Josep Arbiol, director del evento, en la entrevista de presentación de la Mostra. “Mientras que otros festivales tiene una sección en que pasan películas para chicos, la MICE es todo lo contrario: trabajamos en cine hecho por los chicos”, ha afirmado al resaltar que estos no solamente serán los espectadores, sino que también los creadores.
Como dijo el filósofo romano Horacio alrededor del siglo I a.C., la mejor manera para educar y enseñar es deleitando. Es decir, mostrando a quienes deseen aprender que el arte es, además de un fin, un medio. Eso es lo que hace por estos días la MICE en la provincia de Valencia.