La Ley del Juego, lista para su aprobación entre los reproches de la oposición

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La futura Ley de regulación del juego y de prevención de la ludopatía en la Comunitat Valenciana ha pasado este martes el trámite de enmiendas en comisión y ya está lista para su previsible aprobación en el pleno de Les Corts, aunque lo ha hecho entre los reproches de los grupos de la oposición, que han visto "despreciado" su trabajo y han calificado de "indecentes" las formas, al registrar el Botànic una treintena de enmiendas un día antes del debate.

De hecho, la reunión de la comisión ha comenzado con la petición del PP de suspenderla "por el número de enmiendas presentadas y su calado", ya que al haber tenido conocimiento de ellas en la tarde del lunes no podían decidir su voto. Cs ha respaldado esta propuesta para evitar "hacer un mal trabajo" y Vox ha coincidido en reclamar más tiempo para estudiarlas.

La Mesa de la comisión, presidida por la 'popular' Eva Ortiz, se ha reunido y, con el voto en contra de esta, ha decidido continuar la sesión. Tanto PP --que ha denunciado la vulneración de sus derechos-- como Vox han optado por abandonarla, mientras Cs se ha quedado pese a no estar de acuerdo con la decisión.

PSPV, Compromís y Unides Podem han destacado el trabajo conjunto hasta llegar a las enmiendas consensuadas y han destacado que con sus aportaciones a la ley se busca dar respuesta a la demanda social que pide regular el sector del juego ante su crecimiento, aunque teniendo en cuenta que es una actividad legal. Han incidido en la ponderación y el equilibrio, y en que se busca "restringir, no prohibir" la actividad.

Una de las cuestiones que habían suscitado debate público radicaba en las máquinas tragaperras en los establecimientos de hostelería. En el texto consensuado, según ha explicado el portavoz adjunto de Unides Podem, Ferran Martínez, su propuesta inicial era "sacarlas" de los bares pero no se ha llegado hasta ahí.

Sí se ha establecido una moratoria de cinco años durante los cuales "no habrá nuevas autorizaciones ni se renovarán las existentes", lo que hará caer el número de estas máquinas en la hostelería. Durante ese periodo el Consell deberá elaborar un estudio sobre el impacto de estas máquinas en la sociedad que permita adoptar medidas posteriores.

Además, según ha incidido la diputada de Compromís Graciela Ferrer, se establece un sistema de activación y desactivación para estas máquinas, que deberá estar listo en un plazo de un año desde la entrada en vigor de la ley.

Se plantea, asimismo, la eliminación progresiva de las máquinas auxiliares de apuestas conforme vayan acabando las licencias, y se incorpora un título nuevo en la norma sobre medidas de prevención del juego patológico que van desde la formación hasta la promoción del ocio alternativo, unidades de atención a afectados por ludopatía y una estrategia específica integral para la prevención del juego patológico.

El socialista José Muñoz ha explicado que se mantiene para salones de juego y las casas de apuesta la distancia mínima de 850 metros respecto a centros escolares --precisando que serán lineales y no radiales-- que no se aplicará a casinos y bingos.

En el primer caso, porque "el modelo de negocio no es el mismo, los grandes consumidores son turistas extranjeros" y tienen servicios de admisión "muy potentes", y en el caso de los bingos "es un negocio que va en decrecimiento y los propios consumidores van a hacer que se regule de manera natural".

También ha indicado respecto a las máquinas tragaperras que Unides Podem "tenía las expectativas más altas" pero "había un sector fundamental que hizo unas reclamaciones y consejos" y era necesario conciliar las posturas en pro también del desarrollo de estos negocios, aunque teniendo en cuenta que esto "es un plus".

Respecto a la publicidad, la ley restringe la de las casas de apuestas e incentivará con beneficios fiscales y ayudas a medios de comunicación, clubes deportivos y asociaciones que hagan campañas contra la ludopatía.

PP: "INDECENCIA PARLAMENTARIA"

Por su parte, el 'popular' Rubén Ibáñez ha denunciado la "indecencia parlamentaria" de los grupos que sustentan al Consell y ha criticado el cambio de postura de PSPV, Compromís y Podem: "Hace un mes y una semana los grupos del Botànic presentaron sus enmiendas y hoy han cambiado radicalmente de parecer y presentan otras".

"El Consell del Botànic decidió dar la espalda a los ciudadanos, a los consumidores y usuarios y a las empresas del sector porque decidió no regular nada y dijo que eran los grupos parlamentarios los que lo tenían que regular. Y hoy estamos igual", ha manifestado.

A su juicio, las máquinas tragaperras "son las grandes beneficiadas de este cambio" porque "hace unos días eran malas y ahora les dan la bienvenida, y los grupos del Botànic deben explicar por qué, cómo es posible que lo que rechazaban hace un mes ahora les parezca bien".

CS: "NINGUNEO A LA OPOSICIÓN"

Ruth Merino (Cs) ha criticado "el comportamiento y la utilización que han hecho de la normativa, totalmente lamentable, además de un ninguneo a la oposición". "Quieren que seamos constructivos, que aportemos y consensuemos, pero nos parece que es todo de boquilla, la impresión es que está todo pactado y encima ponen pegas e impedimentos para que no podamos ver las cosas hasta el último momento", ha incidido.

"El desprecio a la oposición es totalmente manifiesto", ha insistido la diputada, que ha indicado que esta ha sido la vez que ha visto "más inútil" su trabajo. Además, ha señalado que aunque digan que no, esta ley "va a prohibir" más que restringir y ha apuntado que generará "un nuevo problema, las apuestas ilegales".

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