Hemos descubierto nuevos sistemas solares con posibles planetas habitables como la tierra, realizado operacionesa bebés antes de nacer, creado robots capaces de realizar multitud de tareas y un sinfín de novedades tecnológicas que afectan a todos los ámbitos de nuestra vida. En definitiva, tiempos de cambio en diversos ámbitos en los que las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) cobran un papel esencial. En esta nueva era, la adopción masiva de Internet y la telefonía móvil, están afectando a nuestra forma de relacionarnos y creando nuevos procesos. Ya no usamos el móvil sólo para hablar,consultamos información, compramos, pagamos o incluso chequeamos nuestra salud, por citar algunos usos. ¿Cómo afectarán estos cambios al sector financiero?
La banca no es ajena a las novedades tecnológicas y está viviendo el impacto de la era digital. Nuevos conceptos y modelos empresariales que llegan para quedarse, como las fintech, compañías de servicios financieros que utilizan la última tecnología existente para poder ofrecer productos y servicios innovadores en el sector. O los roboadvisors, servicios online de gestión de carteras que ofrecen una gestión automatizada de la inversión reduciendo los costes. También puede resultar disruptivo el blockchain, o cadena de bloques, una nueva tecnología en la que se basa la moneda bitcoin y que podría tener otros usos, que ofrece ventajas en la seguridad frente a manipulaciones y fraudes. Por otro lado, el big data aplicado a las finanzas, gestión y análisis de enormes volúmenes de datos que no pueden ser tratados de manera convencional. Esta transformación no solo es visible en la evolución de los elementos de interacción con el cliente, como puede ser la banca móvil o los pagos con tecnologías de proximidad, sino que también abre la posibilidad de realizar ofertas personalizadas para cada cliente de manera individualizada.
En definitiva, la digitalización, que ha transformado otras industrias, ha llegado a los servicios financieros para quedarse. Aquellas entidades que sepan aprovechar las nuevas características del mundo digital, siendo capaces de integrarlas con sus fortalezas en la banca tradicional, serán las triunfadoras en esta evolución de los servicios financieros. La FEBF para analizar todos estos nuevos procesos ha publicado un libro digital sobre los “Retos y Perspectivas de la sociedad digital para intermediarios financieros”, una obra que cuenta con la participación de 16 expertos del sector.
La mejora de procesos, nuevas formas de relacionarse con el cliente, redimensionamiento de la presencia física, llegada a nuevos mercados geográficos a través de los canales digitales, cambio de ritmo por la necesidad de adaptarse a un entorno que cada vez cambia más rápido, con clientes más exigentes y competidores más ágiles, serán algunos de las consecuencias de la banca de futuro. Una nueva era en la que también cobrará gran relevancia la normativa europea MiFID II, que garantizará una mayor transparencia y trato personalizado.
Maite MontaltResponsable Comunicación Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros (FEBF)