Dos jóvenes de 20 y 23 años acusados de asfixiar hasta la muerte con una bolsa de plástico y una cuerda a un hombre y de robarle en su domicilio de València niegan el crimen. Uno de ellos, que ha reconocido haber tenido relaciones sexuales puntuales con la víctima a cambio de dinero, ha asegurado ante el tribunal que el día de los hechos no fue al domicilio del hombre ni le vio.
Estos jóvenes se han sentado hoy ante un jurado popular en la Audiencia de Valencia acusados de un delito de asesinato y de otro de robo con violencia cometido en casa habitada con la circunstancia agravante de abuso de superioridad. Ambos se enfrentan a la pena de 28 años de cárcel, según reclama provisionalmente el ministerio fiscal.
Los hechos se remontan al 7 de diciembre de 2016, en una vivienda de la Avenida Peris y Valero de València en la que residía la víctima. Ese día los acusados, según el relato del fiscal, se presentaron en la casa del hombre, de 63 años, con la intención de apoderarse de dinero y otros objetos de valor que pensaban que pudiera tener en el domicilio.
Una vez allí comenzaron a golpear en la cabeza a la víctima y a desplazarla por distintas zonas de la casa con las manos atadas con un cable intentando que les indicara los lugares en los que guardaba el dinero.
Tras darle numerosos golpes que le provocaron varias heridas en la frente, labios y cabeza, los acusados decidieron acabar con la vida de la víctima para evitar que pudiera contar lo ocurrido e identificarles. Le colocaron una bolsa de plástico en la cabeza, la anudaron al cuello con una cuerda y apretaron fuertemente hasta asfixiarlo.
Los jóvenes registraron la casa y se apoderaron de una tarjeta de crédito con la que se trasladaron hasta Alzira (Valencia) e intentaron sacar dinero en un cajero, si bien la operación les fue denegada.
TRES O CUATRO AÑOS
Uno de los acusados que ha declarado hoy ante el jurado ha negado el crimen. Ha explicado que conocía a la víctima desde hacía tres o cuatro años y ha concretado que mantuvo relaciones sexuales con él en dos o tres ocasiones a cambio de dinero.Coincidía con él también en un club, al que el joven iba cuando necesitaba dinero, "porque allí se pagaba por el sexo", ha concretado. El día del crimen ha afirmado que no fue a casa de la víctima y ha apostillado que hacía ocho o nueve meses que no lo veía. También ha narrado que esa noche vio al otro acusado cuando él se encontraba con unos amigos y le acompañó a Alzira junto a otras personas porque se lo pidió. Allí intentó sacar dinero el otro acusado, ha dicho.