El Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) ha publicado las ayudas a los centros tecnológicos de la Comunitat Valenciana para el desarrollo de proyectos de I+D de carácter no económico realizados en cooperación con empresas.
La convocatoria cuenta con un presupuesto de 15 millones de euros y está cofinanciada por la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional.
Con estas ayudas, Ivace Innovación pretende contribuir a superar de manera exitosa los principales retos económicos, sociales y territoriales de la Comunitat Valenciana, avanzando en la transformación del sistema productivo valenciano hacia actividades de mayor valor añadido, al mismo tiempo que se mejoran los mecanismos y canales para la transferencia del conocimiento y tecnología desde los centros tecnológicos de la Comunitat.
Para la directora general del Ivace, Júlia Company, "el valor diferencial de esta línea de ayudas es la cooperación entre los centros tecnológicos y las empresas de la Comunitat".
"La participación de las empresas- ha añadido Company- es fundamental para garantizar que los proyectos de investigación responden a las necesidades de los diferentes sectores, aumentando, así, las posibilidades de aplicar los resultados en las empresas de la Comunitat"
"De este modo, ayudamos a transformar el modelo productivo de la Comunitat a través de un sistema de innovación orientado a lograr los máximos resultados en el ámbito de la economía productiva", ha indicado la directora.
En los últimos tres años, Ivace Innovación ha respaldado 350 proyectos de investigación, en los que han participado más de 1.800 empresas de la Comunitat Valenciana.
Líneas de ayuda
El presupuesto total del Ivace en 2020 para apoyar la actividad que los centros tecnológicos desarrollan a favor de las empresas valencianas asciende a 47 millones de euros.Este presupuesto se divide en dos líneas de ayuda: una dotada con 27 millones de euros y dirigida a financiar la investigación, que hoy todavía no tiene resultados que se puedan transferir a las empresas, pero sin la cual no sería posible avanzar en nuevas tecnologías, nuevos materiales, nuevos productos o servicios.
Y una segunda línea, en la que se enmarca la convocatoria recién publicada, dirigida a una investigación cuyos resultados puedan ser ya transferidos a las empresas para apoyarles en su actividad y contribuir a la mejora de su competitividad.