Cuando una gran pandilla de niños y niñas quiere jugar, probablemente piensa que el juego del Pañuelo es la mejor opción. Se trata de una actividad dinámica donde se trabajan valores como el trabajo en equipo, la competitividad sana, la memoria o la motricidad que hacen que sea muy completa para los más pequeños, pero sobre todo, muy divertida.
Así, pueden jugar muchas personas, pero se recomienda que haya unas doce, seis por cada equipo. Por lo tanto, aunque es necesario un número par de personas, si hay alguien suelto, puede ser el portador del pañuelo y turnarse con otros compañeros. Una vez creados los equipos, los integrantes de cada bando se tienen que reunir y decidir quién tendrá cada número. De este modo, todo el mundo tendrá que recordarlo para conseguir el pañuelo.
A continuación, la persona que lleve el pañuelo, que no pertenece a ninguno de los equipos, tiene que marcar las líneas que delimitan el campo de cada partición, que será la posición donde se tienen que colocar los miembros. Después se tendrá que quedar quieta en medio de la pista y, con la tela a la mano, tendrá que llamar un número. En este momento, los jugadores que lo tengan, tendrán que correr y coger el pañuelo antes que el adversario, pero no podrán relajarse hasta llegar a atravesar la línea de su campo.
Por lo tanto, durante el camino, el contrincante tendrá que perseguir al jugador o jugadora para tratar de quitarle el pañuelo y, si lo consigue, el otro tendrá que perseguir al ladrón para robárselo. Cada equipo, así, sumará puntos hasta ganar. Esta es la parte más divertida del juego del Pañuelo: mantener siempre los ojos y los oídos muy abiertos y estar atento a cada movimiento.