En este cuento infantil, los más pequeños aprenderán cómo afecta el cambio climático a nuestro entorno. Así, de la mano de una simpática naranja, llamada Tarongeta, descubrirán por qué es tan importante el agua para cuidar y proteger el medio ambiente. Tarongeta intentará hacer todo lo que está en sus manos para que el naranjo donde vive vuelva a recuperar toda su energía. A continuación, os dejamos este cuento popular infantil.
¡Esperamos que os guste!
"Había una vez, una pequeña naranja llamada Tarongeta, que vivía en el naranjo más grande y bonito del campo. Tarongeta vivía muy feliz en aquel árbol, puesto que tenía todo lo que necesitaba: luz del sol para crecer, agua para beber, y amiguitos con quién jugar. Sin embargo, algo preocupaba a Tarongeta. Hacía tiempo que el clima había cambiado: La lluvia, ya no pasaba con tanta frecuencia por aquel campo. Además, su amigo el sol ya no brillaba con tanta fuerza.
Un día, Tarongeta le preguntó al Naranjo: "¿Qué te pasa Naranjo? ¿Te encuentras bien? Tus ramas están desplomadas...". El Naranjo le contestó: "Estoy bien, pero me encuentro sin fuerzas, porque hace muchos días que no llueve y no puedo hacer bien la fotosíntesis. Espero que llueva rápidamente".
Tarongeta se quedó pensativa porque no entendía por qué ella sí que se sentía con fuerzas. Entonces, decidió preguntarle a una anciana naranja que vivía al lado: "¿Por qué el árbol se encuentra tan cansado y nosotras las naranjas estamos bien?" La anciana naranja le respondió: "Tarongeta, nosotros recibimos toda nuestra energía gracias al árbol, puesto que es él el que nos suministra el alimento para ser fuertes. Cómo hace mucho tiempo que no llueve, el árbol se está quedando sin vida poco a poco".
Tarongeta se quedó con la boca abierta al escuchar aquellas palabras, y se puso a pensar como podría ayudar al Naranjo... Tarongeta empezó a llamar al árbol del lado, al que cuidaba una joven agricultora desde hacía mucho tiempo: "¡¡Hola Naranjo de al lado!! Necesito tu ayuda. Nuestro árbol se está muriendo porque no tiene agua desde hace muchos días. Yo sé que tú eres un árbol bueno, y por eso te cuida la joven agricultora, ¿Habría alguna forma de que le pudieras ayudar?".
Al día siguiente, todas las ramas del árbol de al lado apuntaban al árbol de Tarongeta. Cuando llegó la agricultora no podía creer lo que veían sus ojos, pero enseguida se dio cuenta de lo que pasaba. Desde ese día, la agricultora les dio de beber a los dos árboles y el Naranjo fue recuperando sus fuerzas. ¡Ah! Y Tarongeta también aprendió una lección: Que el agua es fundamental para que exista la vida en el planeta"
FIN
Fuente: http://www.cuentosinfantilescortos.net/