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La ciudad de València ha experimentado un aumento migratorio respecto a 2018. De acuerdo con el informe de la Oficina de Estadística, en la actualidad, de las 795.736 personas que conforman la población valenciana, 102.704 personas son de nacionalidad extranjera – el 50,3% hombres y el 49,7% mujeres -. De entre ellas, el porcentaje mayor procede de países de la Unión Europea, como Rumanía (9.334 personas), aunque también ha habido un crecimiento de la población procedente de América del Sur (26.664 personas).
Por distritos, y pese a que el barrio de Benicalap sigue siendo el más poblado por personas migrantes, lo cierto es que el distrito de Quatre Carreres se alza como la zona de la ciudad en la que vive más población migrante con un 9,7%, seguido de otros distritos como Camins al Grau (9,2%), Rascanya (8,4%) o l’Olivereta (8,0%).
En contraposición, los distritos en los que menos población migrante reside son tanto en los Poblados del Norte, Oeste y Sur, como en las zonas de Benimaclet (3,2%), Pla del Real (2,7%), o en otros distritos como Algirós, Ciutat Vella o l’Eixample.
Sin duda, un incremento de la población migrante en la ciudad que va en consonancia con la percepción positiva de la sociedad valenciana. Y es que de acuerdo con el último infobarómetro, presentado por el Ayuntamiento de València el pasado mes de octubre, alrededor del 50% de los encuestados ve favorable este crecimiento de la población porque “ha mejorado tanto la convivencia, como la diversidad cultural de València”.
Asimismo, en este infobarómetro también se refleja no solo que una mayoría de la población considera que “la inmigración no ha afectado a la economía de la ciudad”, sino que, además, están de acuerdo con la afirmación de que “la inmigración ayudará a pagar las pensiones en el futuro”.
València, desde 2015, con la creación de la concejalía de Cooperación y Migración ha trabajado en el impulso de acciones y planes de trabajo para potencia la integración y la inserción laboral de las personas migrantes que llegan a nuestra ciudad. Pero, además, también adquirió el compromiso de convertirse en ciudad refugio para garantizar los derechos de las personas refugiadas, y su integración en la sociedad como ciudadanía de pleno derecho.
Finalmente, este incremento migratorio también se hace extensible a la Comunidad Valenciana, que se sitúa en la tercera autonomía que mayor número de migrantes recibió en 2018 – 32.054 personas -, solo por detrás de Cataluña y Madrid.