Mislata ha inaugurado, esta mañana, la tercera edición de la Biennal Miquel Navarro 2020-2022. Esta iniciativa, que tiene como objetivo convertir la ciudad en un espacio para la creación artística y la reflexión ciudadana, dejará, durante dos años, cinco obras únicas de las que la ciudadanía podrá disfrutar. La concejala de Cultura, Pepi Luján, ha explicado que "de los 91 proyectos presentados en esta convocatoria, fueron cinco los seleccionados para convertirse en una realidad. Mislata siempre ha apoyado la cultura porque es el mejor transmisor de valores, elimina los tabúes y los prejuicios y nos hace más libres. Por es, en un momento como el que estamos viviendo, la cultura es más necesaria que nunca".
Por su parte, el alcalde de Mislata, Carlos F. Bielsa, ha querido mandar un mensaje de agradecimiento a todos los artistas que se han presentado, un año más, a esta convocatoria porque "dan más valor a nuestro espacio urbano". Asimismo, ha señalado que "Mislata, año tras año, incrementa la inversión en Cultura para hacerla más accesible a la ciudadanía, y la Biennal es un ejemplo de ello".
Las cinco obras que el jurado, formado por Bleda y Rosa, Laura Silvestre García, Sandra Moros y la comisaria de la Biennal Alba Braza, han seleccionado han sido:
- 'Arraigo' de Paula Valdeón. Situada en la calle Miguel Hernández, junto al Centre Cultural Carmen Alborch, esta obra reproduce la parte oculta el interior de los toldos de las calles de Mislata, recreando el volumen que ocupa y su decoración exótica, funcionando como un activador de la memoria colectiva y del arraigo al territorio.
- 'Mapas irreversibles' de Fermín Jiménez, situadas tanto en la calle Marcos Porta, como en San José. El artista recupera la costumbre de preguntar a personas desconocidas cómo ir a un lugar, y plasma esos mapas subjetivos, que han quedado en desuso con la llegada de las nuevas tecnologías.
- '10 pinturas grises y una constelación de fondo' de Manu Blázquez, ubicada en l'Hort de Sendra, toma como referencia uno de los aspectos urbanísticos de Mislata más característicos como es su contacto gris con un tramo del nuevo cauce del río Turia.
- 'Refugio abierto e inhabitable' de Álex Marco, situada en la calle Rosari, utiliza los materiales que se usan en un invernadero para recrear una estructura, que se integra dentro del espacio, y que espera llenarse de vida con el paso del tiempo.
- 'Llum de séquia' de Estelle Jullian, en la plaza Joan XXIII con Ortega i Gasset, pone en valor el Braç de Quart, un ramal que une la acequia de Mislata y la de Favara. La línea de luz se intensifica en función de la cantidad de agua que fluye en este, al tiempo que visibiliza este tramo que, hasta ahora, solo se podía intuir por la presencia del alcantarillado.
Esta tercera edición plantea intervenciones que parte de la observación y el estudio del territorio y sus habitantes, plasmando aspectos característicos de Mislata como su paisaje natural, la memoria colectiva o una visión subjetiva de la ciudad. De entre todas ellas, el jurado especializado ha decidido que la obra ganadora de este año sea '10 pinturas grises y una constelación de fondo' de Manu Blázquez, que no solo recibirá 6.000 euros, sino que su obra pasará a formar parte, de manera permanente, de la colección pública del Ayuntamiento de Mislata.
Una vez inaugurada la Biennal de Mislata Miquel Navarro tan solo queda recorrer las calles de la ciudad para disfrutarlas, reflexionar sobre ellas y generar nuevos recuerdos y experiencias en Mislata. Y es que tal y como han explicado sus autores, estas obras están en el espacio público para llenarse de vida.