Los hospitales valencianos: entre el “alivio” y la preocupación por la incidencia acumulada

La majoria de departaments de la Comunitat Valenciana està en risc baix, però quatre d’ells superen els 50 casos

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Las vacaciones de Semana Santa y Pascua en la Comunitat Valenciana han estado en el punto de mira por un posible cambio en la tendencia de la pandemia, pero tal y como reconocía hace unos días el president de la Generalitat, Ximo Puig, "ha habido efecto Pascua, pero ha sido muy bajo". Aún así, la incidencia crece ligeramente y los hospitales lo viven desde el alivio o desde todo lo contrario.

Según la última actualización de la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública, con datos del 26 de abril, ningún departamento sanitario está en riesgo extremo (por encima de los 250 casos) ni en alto (entre 150 y 250 casos). La mayoría está en riesgo bajo, con una incidencia que oscila entre los 25 y 50 casos positivos, pero hay excepciones.

Y es que cuatro de ellos se encuentran en el nivel considerado como "nueva normalidad" al tener menos de 25 casos por 100.000 habitantes. Es el caso de Manises, con una incidencia de 22,68; Torrevella, con 17,74; Elx-Crevillent, con 16,61; y Xàtiva-Ontinyent, que cuenta con tan solo 10,8 casos.

Además, la curva de pacientes en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) ha caído en picado desde la mitad de febrero y hospitales como el de Gandía celebraban ayer no tener ningún paciente con COVID en esta unidad por primera vez desde que comenzó la pandemia hace ya más de un año.

Pese a las buenas noticias para algunos centros, otros se encuentran en una situación muy distinta. El Hospital de la Plana de Vila-real es uno de ellos. Su incidencia acumulada es de 132,97 casos, lo que lo sitúa en riesgo medio (de 50 a 150 casos) y en este mismo nivel podría encontrarse pronto el General de Castellón, con 49,47 casos.

En este ambiente de preocupación también se encuentran tres hospitales de València: el Clínico, con 71,73; el de Requena, con 69,92 casos; y el Doctor Peset, con 59,38.

En este sentido, el president de la Generalitat, Ximo Puig, ha incidido en que es necesario que después del 9 de mayo -fecha en la que acaba el estado de alarma si no se prorroga – la desescalada sea progresiva y prudente para evitar dar pasos atrás. Asimismo, tras la última mesa interdepartamental señaló que las vacunas siguen siendo la esperanza para mejorar, pero no son suficientes.

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