La Unidad de Radiología Intervencionista del Hospital General de València ha incorporado un nuevo procedimiento radiológico mínimamente invasivo para el tratamiento de nódulos pulmonares llamado crioablación.
La crioablación es una técnica radiológica mínimamente invasiva en la que se emplea una aguja de fino calibre con la que se llega al tumor y se congela gracias a la introducción de un gas extremadamente frío.
"Esta es la primera clioablación pulmonar que se ha hecho en la Comunitat. A la paciente le hemos aplicado esta técnica porque el tumor que tenía estaba muy pegado a la pleura y, en este caso, era recomendable utilizar el frío en lugar del calor para conseguir una mejor recuperación", explica Amalia Talens, jefa de la unidad de Radiología Intervencionista.
En esta técnica, la aguja se posiciona en la lesión a tratar mediante sistemas de imagen que garantizan su precisión. Una vez alcanzado el tumor, se hace fluir gas de argón a alta presión a través de la sonda, lo que permite lograr un frío intenso de hasta 120º bajo cero, provocando la congelación y muerte de las células cancerosas.
Según explica María Ponce, facultativa especialista en radiología intervencionista, "en aquellos tumores candidatos a este tipo de tratamiento percutáneo, es decir, que se administran a través de la piel, las lesiones localizadas en ciertos lugares donde destruir los nódulos tumorales con calor puede generar otras complicaciones, el frío representa una opción terapéutica eficaz y segura".
La crioablación (frío) es parecida a la ablación por microondas (calor), ya que en ambos casos se administra energía al tumor a través de una sonda que se introduce por un pequeño corte en la piel.
"Pero al ser un principio físico distinto, no se quema el tejido, no llega a 'evaporarse', de modo que mantiene su estructura, por eso presenta tantas ventajas en ciertas localizaciones", añade Ponce.