“La Renta Valenciana de Inclusión es más completa que la vasca o la navarra”

A més, Helena Ferrando ha assenyalat que “l’Ingrés Mínim Vital permetrà que la Renda Valenciana d’Inclusió arribe a altres col·lectius que, ara, es queden fora”

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El gobierno valenciano ha estado reivindicando la cogestión del recién aprobado Ingreso Mínimo Vital, de la misma manera que se realizará en País Vasco y Navarra. "Ha sido una batalla importante porque nuestra Ley de Renta es muy buena y, en parte, más completa que la vasca o la navarra. Pero hay un factor, y es que País Vasco y Navarra tienen las competencias en Seguridad Social".

Sin embargo, la aprobación del Ingreso Mínimo Vital también permitirá que la Renta Valenciana de Inclusión no solo llegue  a "otros colectivos que se quedaban fuera", sino que será el salvavidas que "salve de la pobreza a mucha gente". De todo esto hablamos con Helena Ferrando, secretaria autonómica de Atención Primaria y Servicios Sociales.

¿Cómo afecta la entrada del Ingreso Mínimo Vital a la Renta Valenciana de Inclusión?

La Renta Valenciana de Inclusión (RVI) tiene varios conceptos. Uno de ellos, es que complementa al trabajo, es decir, complementa los salarios más bajos, pero, ahora, con el Ingreso Mínimo Vital (IMV), nosotros vamos a tener una reducción de presupuesto en ese ámbito, con lo cual podremos ampliar la renta a otros colectivos que somos conscientes que se quedan fuera. Por ejemplo, hasta ahora la RVI complementaba las pensiones no contributivas. Entonces, si ahora, gracias al IMV se libera presupuesto, lo que queremos es complementar también aquellas pensiones más bajas, aunque sean contributivas, ya que hay pensiones que solo llegan a los 400 euros.

De todas manera, es cierto que, este año, ya hemos incrementado mucho el presupuesto de la RVI. De hecho, hemos tenido 18 millones, que ya hemos ingresado, de una de las partidas destinadas a emergencia social desde Madrid, incluyendo a muchas personas beneficiarias con problemas en esta crisis sanitaria; y, además, hemos recibido 50 millones más de una partida de Educación, proveniente del Pla Edificant, que, a causa de la situación actual, se ha paralizado y no se podrá ejecutar todo lo previsto. De esa partida, ya hemos destinado 36 millones de euros.

Entonces, el Ingreso Mínimo Vital y la Renta Valenciana de Inclusión son ayudas complementarias...

Efectivamente. Ellos harán el suelo, y nosotros lo complementaremos. Por ejemplo, una familia de cuatro personas, actualmente, con la RVI recibiría 1.080 euros porque lleva una serie de complementos, como el del alquiler y la energía. Sin embargo, con el IMV, en la misma situación, la familia recibiría 877 euros, y la RVI complementaría esta cantidad con 213 euros. De esta manera, que la Renta Valenciana de Inclusión pueda realizar esa complementación, nos permite seguir trabajando, con las personas beneficiarias, en los itinerarios de inclusión social porque nosotros pensamos que no solo es importante tener cubiertas todas las necesidades básicas, sino que es necesario contar con la ayuda de los servicios sociales para resolver carencias que permitan una inserción sociolaboral, es decir, nosotros no solo damos dinero, sino que acompañamos a las personas beneficiarias para conseguir la inclusión social.

En este punto, ¿Qué diferencia hay con el Ingreso Mínimo Vital?

El IMV es una prestación, y por eso se hace por la Seguridad Social. Entonces, al final es una solicitud como cuando se solicita la prestación por desempleo. Aunque quisieran realizar estos itinerarios de inserción, al final el equipo necesario para desarrollarlos lo tienen las comunidades autónomas.

Así pues, la cogestión del Ingreso Mínimo Vital es importante…

Nuestro objetivo era ese porque, de esta manera, el Gobierno marca unos mínimos y, a partir de ahí, las comunidades autónomas son las que siguen trabajando con las personas beneficiarias, somos las que implementamos esta ayuda, que es lo que ocurre, por ejemplo, con dependencia. Entendemos que el Estado tiene que marcar unos mínimos y unos máximos, tiene que armonizar para que no haya diferencias entre las comunidades autónomas. Entonces, a nosotros nos hubiera gustado poder cogestionar el IMV de la misma manera que lo hará el País Vasco o Navarra donde, directamente, lo van a desarrollar ellos.

¿Por qué no se llega a esa cogestión en la Comunitat Valenciana?

Eso ha sido una batalla importante porque nuestra Ley de Renta es muy buena y, en parte, más completa que la vasca o la navarra. Pero hay un factor, y es que País Vasco y Navarra tienen las competencias en Seguridad Social y, por tanto, ya tienen los datos. Pero, independientemente de esto, nosotros pensamos que tenemos una buena Ley de Renta Valenciana y, sobre todo, lo que nos da mucho miedo es que se produzca un cambio de gobierno y que, al final, se elimine el Ingreso Mínimo Vital, desestabilizando la Renta Valenciana de Inclusión.

De todas maneras, nosotros estamos trabajando en un decreto para que, aunque desaparezca el salario mínimo, nosotros podamos seguir desarrollando la RVI, y garantizar que los valencianos y valencianas sigan teniendo una ley que les dé derecho a la inclusión social y les cubra las necesidades básicas.

¿Se podrían producir duplicidades en caso de no cogestionarlo?

No, porque estamos nosotros coordinándonos, y nos pasarán los datos de las personas que empezarán a cobrar el salario mínimo, y ya nosotros realizaremos la complementación. Además, el Ingreso Mínimo Vital hay supuestos que no contempla, como las pensiones no contributivas, y nosotros vamos a seguir asumiéndolo con la Renta Valenciana de Inclusión. Así, el sistema de cobertura seguirá siendo el mismo o, incluso, un poco más porque, efectivamente, vamos a tener más dinero.

¿Qué balance haces de la evolución de la Renta Valenciana de Inclusión?

Con el anterior gobierno, la Comunitat Valenciana tenía una renta garantizada, que solo se pagaba seis meses y con muy bajo nivel. Entonces, los servicios sociales la gestionaban poco porque no era muy resolutiva, y lo que hacían era gestionar ayudas de emergencias. La actual Renta Valenciana de Inclusión es mucho más potente y compleja porque es permanente en el tiempo y requiere la puesta en marcha de unos itinerarios de inserción, pero además son los servicios municipales los que valoran a las personas beneficiarias, y se han tenido que adaptar a este cambio.

Pero, actualmente, en un mes valoramos más que el anterior gobierno en 12 meses. ¿Por qué? Porque no es lo mismo tener un equipo de 20 valoradores, que un equipo de 400 valoradores en todos los municipios y, además, es mucho más sencillo porque la persona que valora ya conoce a las personas del municipio.

De hecho, desde que se puso la Renta Valenciana de Inclusión se paralizó la subida de pobreza severa que afectaba a la Comunitat Valenciana, y ahora ya estamos en una tendencia a la baja.

Además, ahora, con la actual crisis sanitaria, la Renta Valenciana de Inclusión va a ser como un salvavidas…

Efectivamente. La prestación de desempleo es la que es, los subsidios son los que son, los ERTE… Entonces, ahora, la Renta Valenciana de Inclusión es la que puede salvar de la pobreza a mucha gente, y es básica. Esperamos tener muchas más personas beneficiarias de las que tenemos actualmente y, con el Ingreso Mínimo Vital, podremos ampliar nuestra cobertura.

Para acabar, ¿Qué les dirías a aquellas personas que ven este tipo de ayudas como una ‘paguita’?

Pues que no es verdad. El Ingreso Mínimo Vital no consistirá en solicitar el dinero y ya está, sino que nosotros vamos a seguir estando ahí para desarrollar itinerarios de inserción sociolaboral a las personas beneficiarias de estas ayudas. El derecho a la inclusión no puede pasar por recibir solo una paga, sino que las personas, cuando tienen problemas, necesitan ayuda profesional para reconstruir su vida. Y ahí es donde estamos nosotros, y estaremos siempre, porque el derecho a la inclusión, para nosotros, es lo más importante, y solo con una paga no se consigue.
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