Picassent continúa celebrando sus Fiestas Mayores y el martes lo hizo con una tarde muy infantil. De hecho, los niños y las niñas participaron de una manera muy activa y divertida en la búsqueda y recuperación del gaiato del Vell i la Vella, que un intruso había robado. Vivimos una gincana muy entretenida con un buen número de pruebas para demostrar que los pequeños y las pequeñas podían y debían buscar y encontrar todo un símbolo de la localidad.
Pruebas como por ejemplo la realización de puzzles, respuestas correctas a preguntas relacionadas con la historia y las tradiciones más arraigadas de Picassent, como por ejemplo la degustación 'a ciegas' de platos típicos, como la pelota de la Vallivana y otros dulces, fueron previas y necesarias para hacer posible la recuperación del gaiato de la entrañable pareja que preside la entrada a la Ermita.
La gincana, presentada por la coordinadora de la Escuela Municipal de Teatro, Jessica Fortuny, reunió más de cuarenta niños, acompañados de sus familiares, divididos en ocho grupos. Supuso todo un éxito y sin duda se puede consolidar como una propuesta fija dentro de la programación infantil con motivo de las Fiestas Mayores, que vivirán sus días grandes el próximo fin de semana, con la celebración de la Mare de Déu de Vallivana y del Cristo de la Fe.
Después de resolver todos los grupos la totalidad de las pruebas, los niños y las niñas tuvieron la ayuda de una malabarista, que con su sabiduría y el fuego, pudo recuperar el gaiato subiendo a la Ermita con una grúa, un espectáculo que gustó y mucho a pequeños y grandes. Además, después de resolver las pruebas y recuperar el gaiato, hicieron entrega a la alcaldesa de Picassent, Conxa Garcia, y al concejal de Cultura, Jaume Sobrevela, para que lo custodiaran como es debido. Los responsables municipales aseguraron que así lo harían, como corresponde a un símbolo picassentí.
Los participantes recibieron el libro infantil 'El Vell i la Vella’, escrito por Eloina Hernández y con ilustraciones de Alberto González, una publicación que se hizo este año para dar a conocer a los más pequeños, de una manera gràfica, divertida y rigurosa, esta tradición picassentina que el Ayuntamiento quiso recuperar unos años atrás.
Mulïer y juegos infantiles
Además de la gincana, la tarde tuvo otro punto infantil con los castillos inflables que se colocaron en el parque de Abril Martorell, otro punto de afluencia y de éxito, después de los juegos acuáticos de la víspera. Un espacio donde divertirse y jugar y que ya forma parte del calendario festivo.Por su parte, el teatro de calle también tuvo su momento con la representación de Mulïer con Cia. Maduixa, que se desarrolló en la plaza del Ayuntamiento y que tuvo un gran éxito en cuanto a la afluencia de público. Cerca de 300 personas se dieron cita para asistir a una representación que obtuvo el premio Max en la categoría de mejor espectáculo de calle. Una pieza muda que transmite sin decir una palabra con sus cinco protagonistas que fueron merecedoras del aplauso de grandes y niños. El público mantuvo un respetuoso silencio y disfrutó del arte y del baile más comunicativo.