Tras la positiva experiencia de la primera edición, el Festival Arrels de música y tradición que se celebra en Torrent vuelve el próximo febrero. Se llevará a cabo durante los días 5, 6 y 7 de febrero en l'Antic Mercat, culminando el viernes 8 de febrero con una gran actuación en el Auditori Vicent Torrent.
En esta segunda edición, el festival girará entorno a "El triángulo de la vida", representando la tradición y el patrimonio cultural a través de tres conciertos de artistas de tres diferentes ciudades del Mediterráneo: Nápoles, Tetuán y, por supuesto, València. Además de estos mágicos conciertos, durante el 4 de febrero se llevarán a cabo diversas propuestas didácticas para ampliar los conocimientos y acercar a las personas a la tradición de la música, dirigidos a diferentes públicos. En primer lugar, por la mañana habrá un concierto didáctico pensado para los más pequeños, que se hará a través de los colegios, "Descobrim la música tradicional". Por la tarde, el concierto social se trasladará al Centro de Mayores Santa Elena, con "Recordem la tradició", para que los más mayores, junto a sus familias, puedan también tener la oportunidad de disfrutar de esta experiencia única, algo que muchos de ellos y ellas no podrían hacer si tuvieran que desplazarse. Por último, y al igual que en la edición anterior, se llevará acabo una conferencia del musicólogo Josep Vicent Frenchina, "Música sense fronteres", para dar comienzo al día siguiente a los conciertos.
El tema central es "el triángulo de la vida", representando nuestra tradición y patrimonio cultural
Desde el Ayuntamiento han expresado su intención de que el festival se consolide como un evento cultural de renombre en la ciudad de Torrent, dando importancia a la tradición y la cultura musical.
Tres conciertos, tres ciudades
Los tres conciertos centrales, los días 5, 6 y 7 de febrero a las 20 h en el Antic Mercat y de entrada gratuita, se llevarán a cabo por tres grupos diferentes de tres ciudades representando ese "triángulo de la vida", el tema central.El primer concierto, el martes 5, será a cabo de Capella de Ministrers y Pino de Vittorio, "Villanesche alla Napolitana", inspirado en la villanesca, una pieza musical napolitana que representa la queja de un amante decepcionado. Elia Casanova, Pino de Vittorio, Carles Magraner y Robert Cases interpretarán el concierto adaptado con un carácter más popular. El segundo concierto, el miércoles, será el de València, "La veu de la memòria", interpretado por Pep Gimeno "Botifarra", Eduard Navarro y Abel García. El trío ofrecerá un concierto basado en la música tradicional valenciana, con la aportación de arreglos especiales para la ocasión. Por último, el jueves 7 de febrero será el turno del Ensemble femenino Andalusí de Tetuán, con "Chaabi". Este ensemble es una formación musical integrada solo por mujeres, con un repertorio centrado en dos tipos de composición, la "Nuba" y el "Chaabi". En una sociedad en la que todavía se sigue persiguiendo en muchos casos a la mujer, esta formación ha ganado el respeto no solamente de la sociedad musulmana, sino también del occidente. Las integrantes son Iman Kandoussi, Fatine Garti, Hanan, Zahira Zaroual, Meriem Bouchriha y Aziz Samsaoui.
El broche final será el concierto "El triangle de la vida", en viernes 8 de febrero en el Auditori Vicent Torrent, con una celebración que pondrá en común la música de las tres grandes culturas mediterráneas, con los tres grupos de los conciertos anteriores, de Nápoles, Tetuán y València, además de la participación de Capella de Ministrers con Carles Magraner en su dirección. El programa propone una celebración de la interculturalidad desde la música tradicional para clausurar el festival. Será el único concierto de pago, a 12 € la entrada.
El Festival Arrels, que pretende llegar a público de todas las edades y celebrar la cultura que compartimos con otros lugares, se centra en el mar Mediterráneo, donde actualmente se está viviendo una situación complicada y Carlos Magraner, impulsor del proyecto, recalca la necesidad de ser conscientes. Vincular el conflicto con la música implica conocer nuestra realidad, y compartirla con este lenguaje común que no entiende de fronteras.