¿Son las farmacias la clave para destensar los centros de salud en esta segunda ola de contagios?

MICOF demana a Sanitat que els permeten realitzar vacunacions i proves diagnòstiques per a alliberar la càrrega assistencial del sistema sanitari

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Profesionales de Atención Primaria se reunían, ayer por la tarde, con la Conselleria de Sanidad para negociar más recursos que les permitan ofrecer una mejor atención al paciente y aliviar la actual presión asistencial. Y es precisamente en ese punto donde las farmacias podrían jugar un papel esencial. Ya lo hicieron durante los días más duros de la pandemia, ¿por qué no ahora?

Desde el Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de València (MICOF) ya se han ofrecido, a la Conselleria de Sanidad, para ayudar a descongestionar la sanidad pública valenciana. ¿Cómo? Desarrollando una colaboración entre la Administración que les permita realizar vacunaciones o pruebas de detección del Covid-19 liberando, en parte, a la Atención Primaria de esta carga asistencial.

València Extra ha hablado con el presidente del MICOF, Jaime Giner, que ha explicado que "en varias ocasiones, hemos propuesto a Sanidad la realización de un proyecto piloto que permita demostrar la conveniencia de incorporar a la farmacia y al farmacéutico comunitario a la actual red de centros sanitarios públicos y privados donde se llevan a cabo la administración de la vacuna antigripal a la población valenciana".

Una colaboración que no solo incrementaría la cobertura, sino que, como ha quedado demostrado en otros países como Dinamarca, Irlanda, Portugal, Francia o Estados Unidos donde se hace uso de las farmacias para vacunar a la población de riesgo, "se incrementaría de forma significativa la tasa de vacunación". Algo que es esencial teniendo en cuenta la actual situación sanitaria.

Pero ésta no es la única petición. "La farmacia comunitaria ha estado al lado del paciente durante toda esta crisis sanitaria para que su salud no se viese afectada por la situación. No obstante, como profesionales sanitarios podríamos haber contribuido de forma significativa a disminuir el número de contagios". Por eso, continúa Jaime Giner, "hoy en día la farmacia comunitaria, si no dispone de un laboratorio de análisis clínicos autorizado, por ley no tiene la autorización para realizar los test de COVID-19. Es una pena porque contar con los farmacéuticos comunitarios podría maximizar los cribados, ya que estos se realizarían en establecimientos sanitarios, como son las farmacias, donde se cuenta con todas las garantías legales y sanitarias".

"Las pruebas se realizarían por un profesional sanitario que interpreta de forma correcta el resultado, derivando al centro de salud solo aquellos pacientes que den positivo. Por ello, desde el MICOF ofrecemos a la Administración la red de farmacias siempre que se cuente con la autorización, formación e instalaciones adecuadas, colaborando así a descongestionar el sistema sanitario".

Preguntado sobre si las farmacias contarían con los recursos necesarios para llevar a cabo tanto la vacunación como la realización de pruebas diagnósticas, el presidente del MICOF es contundente: "Desde el punto de vista logístico, la farmacia comunitaria ya es un establecimiento sanitario autorizado para la adquisición, almacenamiento, conservación y dispensación de medicamentos como son las vacunas, pudiendo garantizar su correcta conservación hasta su administración en la propia farmacia. Además, la farmacia no requiere la necesidad de previsión de un gran stock como ocurre en los centros de vacunación y cuenta con un sistema de adquisición y distribución de medicamentos que permite en el mismo día poder reabastecerse en caso necesario de las vacunas que se precisen".

Sin embargo, advierte, "esto no se puede realizar sin un cambio legislativo que autorice su administración y respalde tanto a la administración como a los profesionales sanitarios. Además, se debería trabajar de forma conjunta para establecer protocolos y que los objetivos se alineen con los de la administración. Para ello, los farmacéuticos deben estar capacitados y las farmacias autorizadas. También debe haber un registro y una comunicación ágil y segura con el sistema sanitario para que la coordinación sea total y se pueda dar un servicio que redunde en el beneficio de la población".

Jaime Giner concluye haciendo un llamamiento a las Administraciones porque, si en esta segunda ola de contagios, se contase con las farmacias, "además de liberar la carga asistencial de los centros sanitarios, los farmacéuticos desarrollaríamos un papel fundamental a través de la identificación de población de riesgo, asesoramiento y difusión de información veraz".

Los autotest no están aprobados

Finalmente, el presidente del MICOF ha señalado que es importante que la ciudadanía sea consciente de que no existe ningún autotest aprobado por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios. Por tanto, "cualquier test que esté a la venta al público, ya sea en Internet o en otros establecimientos, conlleva un alto riesgo porque carece de garantías sanitarias".
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