¿Qué balance haces de esta Crida 2022?
Creo que ha ido muy bien. Fue muy emocionante y muy emotivo, la verdad. Es el año que más gente he visto en la Crida. De hecho, ya sabéis que los discursos que dan el alcalde o la alcaldesa no suelen ser muy vitoreados, sin embargo, cuando empezó a hablar Joan Ribó, la gente empezó a gritar de alegría y fue muy especial. Nos dimos cuenta de que verdaderamente los valencianos y valencianas están emocionados y tienen muchas ganas de fallas. Además, normalmente hay gente hasta la altura de La Casa de los Caramelos, pero esta vez había más allá, también había gente por todo el puente y detrás del río. Se notaba que la gente tenía muchas ganas de salir y muchas ganas de vivir esa Crida después de dos años.
¿Qué comportamiento destacas del colectivo fallero en esta Crida?
Ya no solo en la Crida, también durante las Fallas de septiembre, personas con cargos importantes en términos de seguridad comentaban cómo de bien lo habían hecho los falleros. Yo acabé francamente contento. Ahora hace falta que todos continuemos en la línea de este buen comportamiento. Es cierto que ya no estamos como estábamos en septiembre, que ya tenemos la tercera dosis de la vacuna, que la mascarilla al aire libre ya no es necesaria, aunque en las mascletaes y para ver la ofrenda sí, en las aglomeraciones es obligatoria, y es complicado. Estamos en una situación difícil, ya ha hecho dos años que estamos en esta situación de pandemia y claro, la gente ya tiene muchas ganas de salir a la calle.
"Al final las Fallas son una fiesta de sentimientos y de contacto, de estar en la calle y de estar con la gente, por lo tanto, estas cosas emocionan muchísimo."
Hablemos un poco sobre mascletaes. ¿Cómo viviste la primera en la plaza del Ayuntamiento el día de la Crida?
Fue muy emocionante, los que estábamos en el balcón estábamos emocionados de escuchar de nuevo una mascletà en la plaza del Ayuntamiento por todo lo que significa, al fin y al cabo, es la catedral de la pólvora. Los pirotécnicos también estaban muy emocionados, es un colectivo que lo ha pasado francamente mal. Además, no hemos ido siempre cogidos de la mano durante estos dos años porque era muy complejo y muy complicado. Entonces, volver a ver y escuchar una mascletà en la plaza del Ayuntamiento hizo que más de una persona acabara llorando en el balcón de la emoción, y el pirotécnico subió emocionado también. Al final las Fallas son una fiesta de sentimientos y de contacto, de estar en la calle y de estar con la gente, por lo tanto, estas cosas emocionan muchísimo.
De toda la programación pirotécnica de estas Fallas, ¿Qué destacarías?
Lo más destacable de todo es que tenemos una programación pirotécnica. Aparte de las diecinueve mascletaes, hemos programado los castillos y tenemos una novedad que son las mascletaes en los barrios, en este caso, mascletaes nocturnas. Es una cosa que probamos en septiembre por cuestiones de la pandemia, fue un poco por obligación. El alcalde se comprometió a estudiar la viabilidad de la propuesta, y lo que pasa es que no hemos querido hacerlas al mismo tiempo que las de la plaza del Ayuntamiento para que no se solaparan, y hemos preferido hacerlas nocturnas, que, además, es un espectáculo digno de ver. Tuvimos también la cordà de Paterna, un acto que hicimos para ir abriendo boca y que no se había visto desde hacía muchos años en València, y fue también para los pirotécnicos una cuestión de orgullo, y de mostrar Paterna, que es ciudad del fuego.
¿Qué recepción tuvieron por parte de los vecinos las mascletaes de barrio de septiembre?
La verdad es que la gente nos felicitaba porque en València pasan muchas cosas en el centro, también durante las Fallas. Entonces la gente nos agradecía que a un barrio llegara una mascletà municipal, más allá de las que hacen las comisiones, que hacen muchas. Pero que el Ayuntamiento fuera al barrio y disparara una mascletà, la gente lo agradecía mucho, porque veía un espectáculo pirotécnico de primera calidad. Y gracias a ese feedback que tuvimos con la gente nos empezamos a plantear la idea de repetirlas. Sí que es cierto que el despliegue de policías y bomberos es muy grande en la plaza del Ayuntamiento, entonces para hacer las mascletaes simultáneas en otros lugares es más complicado. De hecho, en septiembre teníamos dos a una hora y dos a otra, y tuvieron que ser más pequeñas porque fueron más fáciles de controlar. Por eso, planteamos que fueran nocturnas para tener todo el control.
"Cuando nosotros entramos al Ayuntamiento en 2015, se pagaban unos 4.500 € por las mascletaes, y nosotros estamos pagando 8.000 €, casi el doble de lo que el PP pagaba".
La portavoz del PP en el Ayuntamiento de València pidió que se subieran los honorarios a los pirotécnicos porque consideraba que eran muy bajos. ¿Qué opinas de esta reclamación?
Opino que tienen poca memoria y, a veces, poca vergüenza. Cuando nosotros entramos al Ayuntamiento en 2015, se pagaban unos 4.500 € por las mascletaes, y nosotros estamos pagando 8.000 €, casi el doble de lo que ellos pagaban. Entonces pienso que es muy demagógico, y pienso que es jugar con la gente que lo está pasando mal. Es muy fácil decir que tenemos que pagar más, cuando ellos pagaban la mitad y nosotros hemos ido progresivamente subiendo el presupuesto de las mascletaes. Actualmente, estamos pagando 8.000, más, aparte, evidentemente, el dinero que destinamos al resto de espectáculos pirotécnicos. Nosotros nos gastamos aproximadamente unos 400.000 € en pirotecnia al año. Somos un Ayuntamiento que ha cumplido con la pirotecnia, ha disparado y se ha gastado todo el dinero que tenía previsto tanto en 2020 como en 2021 de una forma o de otra. Entonces es muy fácil coger una queja en un momento determinado del mundo pirotécnico, con el cual reconozco que no siempre hemos podido ir de la mano, aunque ahora tenemos un calendario que hemos conseguido entre ellos y nosotros.
¿Qué esperas de estas Fallas de 2022, postpandémicas y dentro de una casi normalidad?
Es una sensación complicada, a mí personalmente, como presidente de la Junta Central Fallera y responsable del área de Cultura Festiva, me da vértigo. Por un lado estoy feliz de ver las Fallas en marzo porque sé perfectamente lo que nos ha costado, he estado trabajando por el mundo fallero, apostando por las Fallas de septiembre cuando muy poca gente apostaba por ellas, aunque afortunadamente teníamos la figura del alcalde que desde el minuto 1 estuvo con nosotros. En otras poblaciones no se hizo porque el equipo de gobierno correspondiente decidió que no se podían hacer, o también otras fiestas en la Comunidad o en todo el Estado.
Entonces por una parte estoy contento, pero tengo el vértigo de ver a la gente demasiado animada, por decirlo de alguna manera. Ves que no todo el mundo lleva mascarilla en la mascletà aunque es obligatorio, no todo el mundo en la Crida llevaba la mascarilla aunque era obligatorio, entonces me da vértigo que la gente no recuerde de donde venimos después de estos dos años, que no recuerde que hay gente que se ha quedado por el camino, que la pandemia sigue aquí. Está claro que la situación no es igual, estamos todos vacunados, pero, a pesar de esto, tengo ese miedo, y pido, por favor, prudencia en las fiestas. No hace falta darlo todo en marzo, no hace falta darlo todo en estas Fallas.
Las Fallas de 2020 fueron las primeras fiestas que se suspendieron por la pandemia, y estas de 2022 serán las primeras que asuman el reto de llevarse a cabo en este contexto. ¿Esperas que estén a la altura de las Fallas de septiembre que fueron todo un ejemplo, porque la incidencia bajó?
Es muy complicado saber qué pasará después. Yo sé que habrá muchas fiestas mirándonos, y también sé de fiestas que ya se han hecho. Yo he visto imágenes de carnavales en otras ciudades, lo que pasa es que parece que las Fallas siempre tengan un foco encima al ser las primeras que se suspendieron, aunque tuvimos Fallas en septiembre. Todo el mundo dice que las Fallas vuelven después de dos años, pero no es verdad, tuvimos Fallas hace seis meses y ahora volvemos, aunque sé que no somos las únicas y ya hay fiestas que se están llevando a cabo con casi normalidad. También han venido fiestas a preguntarnos cómo habíamos hecho las de septiembre. Les hemos dicho que al final había sido un trabajo conjunto de Generalitat, Ayuntamiento, instituciones y mundo fallero, que dio todo su apoyo al proyecto de celebrar las Fallas en septiembre.
¿Qué destacarías de los monumentos falleros de las fallas municipales tanto de la pequeña como de la grande?
La infantil es una continuidad de la de septiembre de 2021, que era la de 2020, año en que no se plantó nada, se guardó toda. Y la verdad es que son unos artistas que se conocen la plaza perfectamente, han variado mucho su manera de hacer fallas, que gusta muchísimo al público infantil, y tiene una parte didáctica y cultural muy bonita. Ahora con personajes históricos de la ciudad, además de su estética tan particular, los niños pueden aprender. La grande es un 'fallón'. Hemos juntado a dos genios de las Fallas como son Alejandro Santaeulalia, de la saga Santaeulalia, que es un gran profesional, y a Dulk, que es un artista muy especial. Está pintando por todo el mundo, es valenciano, y tiene una humildad brutal, es muy próximo. Desde el primer momento que elegimos este proyecto hemos ido juntos con ellos.
Además, es la falla que necesitábamos para 2022. Los falleros necesitaban esta falla, yo todavía no he escuchado ninguna crítica dirigida ni a los artistas ni al monumento. El mundo fallero, la gente de fuera, también en un año tan especial en el que València es capital mundial del diseño, y con una temática que va en la línea de los objetivos del Ayuntamiento, que son convertir a València en una ciudad climáticamente neutra para proteger aquello que queremos, nuestra Albufera y la naturaleza. Se han aunado muchísimas cosas, tanto artistas, como temática, manera de hacer las cosas, estética... que hacen de esta una gran falla.
"La oposición criticó que la Exposición del Ninot se hiciera en la Marina, y de nuevo, se les olvidó que hacía unos años la Exposició del Ninot se hacía en una carpa en medio de una explanada"
Por fin ha vuelto también la Exposició del Ninot donde toca, aunque en la Marina estaba bien, pero en la Ciudad de las Artes es especial. ¿Me puedes hacer un balance aunque sea sin cifras?
Quiero aprovechar y unir un poco con la pregunta que me hacías antes y en la cual yo te contestaba que la oposición tiene muy poca memoria. La Marina fue un lugar especial, porque había una pandemia y afortunadamente tuvimos el espacio disponible, puesto que era muy complicado encontrar uno que pudiera acoger una exposición con una embergadura como la de la Exposició del Ninot, en un momento en que la Ciudad de las Artes estaba convertido en un vacunódromo. La oposición lo criticó, y de nuevo, se les olvidó que hacía unos años la Exposició del Ninot se hacía en una carpa en medio de una explanada. Ellos no les daban nada de importancia al artista fallero ni a su trabajo. Entonces, cuando llegamos nosotros quisimos poner esto en valor. Estar en el Museo, pues, es un lujo por la amplitud que tiene, por cómo están dispuestos los ninots, y por la cantidad de gente que cabe.
La verdad es que está yendo muy bien, los fines de semana especialmente se registran muchas visitas, y, afortunadamente se está volviendo a las cifras prepandémicas, porque no tienen nada que ver con las de la Marina. Cuando estábamos en la Marina, el aforo estaba limitado, las entradas se tenían que pedir con antelación y era mucho más complicado ir. Ahora hemos vuelto a la normalidad y la gente está respondiendo muy bien.
De todos los actos de la semana grande, ¿cuál esperas con más ganas o con más devoción?
Yo creo que el presidente de Junta Central Fallera el acto que más quiere ver es la Cremà, porque hay mucho de trabajo detrás. Evidentemente todos los actos son emocionantes, y yo quiero ver las fallas plantadas ya del todo. Para mí, personalmente, ir a la ofrenda es también muy emotivo. Voy desde que tenía 3 años, entonces siempre me emociono cuando paso. También tengo ganas de visitar casales, visitar otras fallas, pero es cierto que espero con muchas ganas la Cremà. Al fin y al cabo, la Cremà es el símbolo de que ya ha acabado todo, que todo ha ido bien, y ya es cuando el presidente de Junta respira y empieza un nuevo ejercicio.
En las Fallas de septiembre, por ejemplo, sufrimos muchísimo, y cuando llegó la Cremà tuve esta sensación de poder respirar tranquilo. Además, es un espectáculo digno de ver.
Este año, además, la Cremà repite el horario de septiembre con consenso popular. Se ha adaptado a los nuevos tiempos.
Sí, durante las Fallas de septiembre tuvimos que cambiar cosas por la pandemia. Un ejemplo es el horario de la Cremà, que se hizo dos horas antes por el toque de queda. Algunas adaptaciones que se hicieron en el 2021 ya no se repetirán, y otras han venido para quedarse. La Asamblea decidió avanzar dos horas la Cremà de manera definitiva. Es cierto que para el fallero el día 19 de marzo después de la mascletà ya hay pocas cosas que hacer y yo creo que ya estamos todos agotados y esperando impacientes a que lleguen las 10 de la noche para los niños. Aunque este año el día 19 cae sábado y al día siguiente es domingo, hay años que cae peor, y entonces avanzar dos horitas para los niños es importante, puesto que normalmente a la mañana siguiente tienen que ir a la escuela.
También es relevante para los servicios municipales, porque son dos horas más que ganan los servicios de limpieza, bomberos, policía y todas aquellas personas que trabajan y no se ven, tienen dos horas más para dejar València como si no hubiera pasado nada.
La gente no lo destaca, pero también es cierto que el día siguiente de la Cremà, València está completamente limpia. ¿Cómo se hace esto?
Hace unos días presentamos el dispositivo que lleva mi compañero Sergi Campillo, y yo afirmé que este año gastaremos un poco más de 1.700.000€, que es el presupuesto más grande de toda la historia de las Fallas, un 14-15% superior el 2019, el último año completo. Evidentemente, las fallas piden contenedores de hierro para las cenizas, hay que limpiar las mascletaes, y muchas cosas más, por lo tanto, hay un trabajo detrás y una planificación muy importante, porque nosotros quemamos, volvemos a casa, pero queda muchísima gente trabajando en las Fallas, son personas que, mientras todo el mundo está de fiesta, ellos están trabajando, y esto, dejando de lado que es de agradecer, comporta una planificación muy importante.
Las Fallas de 2020 estuvieron gafadas por la pandemia, y las Fallas de 2022 estarán marcadas por un conflicto bélico. ¿Qué mensaje da toda la comunidad fallera en la comunidad internacional?
En la mayoría de ocasiones cuesta muchísimo llegar a acuerdos con la oposición. En Innovación, por ejemplo, hemos llegado a acuerdos con el Partido Popular y Ciudadanos, y en el Pleno de febrero llegamos a un acuerdo para hacer una moción de urgencia para decir muy claramente NO A LA GUERRA. Solo nosotros cuatro, evidentemente hay otro partido que se caracteriza por justificar la violencia, y no esperábamos absolutamente nada de ellos. Pero sí que es verdad que hay un consenso político muy grande basado en el NO A LA GUERRA. Colgamos una pancarta del 1 al 7 de marzo, también por acuerdo de los cuatro portavoces municipales, fue muy rápido.
Igual que critico las cosas que la oposición hace mal, alabo las cosas que yo creo que se hacen bien. Solo fueron tres llamadas rápidas para proponer colgar la pancarta y estuvieron todos de acuerdo enseguida. Y creo que en el mundo fallero ha pasado lo mismo, están habiendo muchos movimientos para pedir ayuda, para enviar material a Ucrania y estamos viendo como se están llevando a cabo estos envíos. El mundo fallero se caracteriza por su solidaridad en muchas causas, y yo no he visto a ninguna persona reprobar la pancarta del NO A LA GUERRA, aunque es sabido que durante las Fallas no se aprovecha la visibilidad que tiene el balcón del Ayuntamiento para poner carteles, solo durante el 8M. Y a pesar de esto, ha habido un consenso total respecto a esta pancarta.
La gente está preocupada principalmente por dos motivos, por aquello que está pasando en la zona de conflicto, y también por la repercusión que pueda tener aquí en el tema de las energías. Tenemos esa sensación de que en un país europeo hay una guerra y nosotros estamos de Fallas, entonces hay una dicotomía, una sensación un poco agridulce.
De todos los ninots que has visto en Fallas, obviamente ahora como presidente de Junta Central Fallera con más motivo, ¿cuál es el que más te ha sorprendido de ti mismo?
En el mundo fallero se dice que no eras nadie hasta que no te hacen un ninot en una falla. No es que yo sea nadie, pero ya llevo unos cuántos, y es una sensación también agridulce a veces, porque por un lado, te hace gracia, pero muchas veces lleva una crítica velada, o no tan velada, que no te hacen mucha gracia. Pero bueno, al fin y al cabo, eso son las Fallas. Por ejemplo, a mi compañero Giuseppe Grezzi le encanta salir en las Fallas y fotografiarse siempre con todos sus ninots, da igual la crítica que sea. Y yo a veces he visto ninots que sí que están graciosos y se parecen bastante, pero ha habido que otros que no tanto.
¿Crees que el lema ‘renaix de la flama’ ha sido más acertado que nunca?
A mí me sorprendió mucho y creo que también la imagen gráfica ha sido más acertada que nunca. Primero porque se adapta al lenguaje actual. Cada cartel es el reflejo de una época, es un cartel que es un GIF, que da mucho de juego y que tiene un ‘claim’ de ‘renaix de la flama’ muy llamativo y que acierta con todo lo que significan las Fallas.
¿Podrás ir a tu Falla estos días?
Tengo un dolor en el corazón porque no podré ir a la ofrenda con ellos. El año pasado, en septiembre, sí que pude porque les tocaba el turno de la mañana, pero este año me coincide con que ellos salen los últimos del día 17, y yo en ese momento ya tengo que estar en el ayuntamiento con la Fallera Mayor Infantil. Sinceramente, es lo que peor llevo, lo digo siempre, para mí las Fallas son con mis amigos. Hemos estado trabajando todo un año por estos días, y, evidentemente, desde que soy presidente de Junta, no puedo estar tanto allí. Entonces esto lo llevo mal, porque tampoco puedo hacer los teatros con mi comisión, no puedo ir a la ofrenda. Supongo que pasaré para saludar al menos y estar un rato con ellos.
¿Qué deseo tienes para que estas Fallas de 2022 sean perfectas?
Yo el deseo que tengo es el postfallas, aunque todos queremos que no llueva, que los actos vayan bien, que el horario de la ofrenda se cumpla, y que sean unas Fallas muy normales dentro de la situación de pandemia. Pero el verdadero deseo es que las postfallas sean como las de septiembre, que no nos tengamos que lamentar por la incidencia. Es cierto que estamos en otro momento de la pandemia. Yo, que no soy médico ni sanitario, cuando me reunía con algunas comisiones los decía, ¿que más tenemos que hacer? Nos hemos vacunado y hemos sido muy prudentes. Así que solo quiero que sean unas Fallas normales, que la gente disfrute, que salga a la calle y que se comporten como en septiembre.