El expresidente de la Diputación de Castellón Carlos Fabra y uno de sus hijos han declarado este miércoles ante el juzgado de Instrucción número 4 de Castellón, que investiga si el exdirigente del PP ocultó bienes de su patrimonio para dificultar la ejecución de la sentencia de la Audiencia de Castellón del año 2013 -que confirmó en 2014 el Tribunal Supremo-, por la que fue condenado a cuatro años de prisión y al pago de una multa de 1,4 millones de euros como autor de cuatro delitos fiscales en el concocido como 'caso Naranjax'.
Carlos Fabra, que ha llegado a los juzgados acompañado de su hija Andrea Fabra, ha comparecido ante el juez poco antes de las 10.00 horas y su declaración se ha prolongado por unos 15 minutos. Ni a la la entrada ni a la salida de la Ciudad de la Justicia Fabra ha querido contestar a los medios de comunicación que allí se han congregado, limitándose a señalar que no iba a decir nada.
Según informó el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), las diligencias se abrieron en 2017 tras una denuncia de Fiscalía por la posible comisión de delitos de frustración de la ejecución, tráfico de influencias, blanqueo de capitales, cohecho y negociaciones prohibidas a los funcionarios, sin perjuicio de una ulterior calificación.
En la causa están investigados por el momento el propio Carlos Fabra, su mujer, uno de sus hijos y una cuarta persona. Está previsto que su mujer y la cuarta persona comparezcan este jueves ante el juzgado para prestar declaración.