A día de hoy, aunque el término no suene muy novedoso son muchísimas las personas que practican este tipo de dieta a lo largo del mundo. Solo entre 2014 y 2017 en los Estados Unidos, la cifra de personas que practicaban este estilo de vida creció en un 350%, proporción muy apabullante si consideramos la estadística en una sola nación.
Esto en términos generales, significaría un siete por ciento de la población del país norteamericano, una cifra muy abismal considerando que la anterior constataba del 1% de los ciudadanos, un dato no menor si entendemos que la dirección de este tipo de personas va en un aumento constante, superando las expectativas preestablecidas.
Y es que razones no les falta. El ser vegano constituiría según varios estudios establecer una forma de vida más sana, sin posibilidades de daño y alteraciones graves al organismo por un consumo de comida considerada dañina para la salud. Por otro lado, también es una manera de colaborar con el medio ambiente, evitando la crueldad animal y preservando ecosistemas que antes eran destruidos. Como última, la dieta está completa de fibra de plantas, que según estudios constituirían todas las proteínas que el ser humano necesita para coexistir y generar una buena formación.
Como resultado de esta nueva cultura, ya se pueden observar restaurantes veganos sen muchísimas ciudades desarrolladas del mundo, donde sustituir los champiñones por filetes y comer verduras frescas no es considerado un aburrimiento o con mal sabor, sino que es una experiencia figurativa y muy popular entre sus semejantes. Entre los productos más destacados podemos encontrar la “Beyond Burguer”, una hamburguesa recreada a base de plantas en vez de productos cárnicos de la empresa Beyond Meat que, acompañada de una mayonesa, salsa de pescado especial y salchichas lograron generar una exquisitez que va mucho más allá de una comida normal.
Si bien este estilo es recreado por atletas, famosos y otras personas de interés es bastante claro que su precio es muy alto hablando de lo económico. Gracias a las altas ofertas, es más sencillo encontrar estos productos a un nivel masivo en distintos países, pero con la cualidad de que están restringidos para las personas de bajos recursos económicos. Para aquellos que sean poseedores de un salario mínimo o subsisten de cupones alimenticios o subsidios gubernamentales se les hace imposible mantener este tipo de dieta a lo largo de su vida, viéndose obligados al consumo de productos normales por su incapacidad de adquirir los veganos en su situación financiera.
No obstante, esto no significa que no puedas llevar una vida mixta en cuanto a consumo de alimentos se refiere. Está comprobado que la dieta sigue siendo efectiva si se basa en su mayoría del estilo vegano, llevando como nombre a este tipo de vida como “flexitarianismo”, algo muy popular entre los nuevos grupos sociales donde destacan los “millenials”. En definitiva, estamos en un mundo donde el estilo de vida vegano va creciendo, y no hay forma de que esto de marcha atrás.