Este puente del Pilar escápate a Ontinyent

No et quedes sense este pont, gaudeix d'esta localitat, de la seua gastronomia i la seua cultura sense allunyar-te massa de la gran ciutat

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¿No sabes dónde ir este puente del Pilar? ¿Tienes tan sólo el festivo o el fin de semana? No te quedes son tu escapada. La provincia de Valencia está llena de rincones con encanto esperando a ser explorados. Ontinyent es una de esas localidades con historia, con fiestas, con gastronomía y con ese encanto que te invita a perderte en él. A tan solo poco más de una hora de coche desde Valencia puedes disfrutar de la capital de la Vall d'Albaida.

Ontinyet es un enclave entre tierras de cultivo y el río Clariano cuya ocupación se remonta a la época prehistórica tal y como demuestra la cueva la Hedra que está catalogada como uno de los primeros asentamientos conocidos. A partir de aquí se puede hacer un recorrido por la historia ya que se puede encontrar yacimientos de finales del neolítico, como el arenal de Costa o poblados de la edad del Bronce como el cabeço de Navarro. Incluso de se pueden encontrar restos ibéricos como los del teular de Mollà. Los romanos también tuvieron presencia en Ontinyent y de ellos existen varios asentamientos agrícolas, ejemplo de ello es la casa Baja o la Agrillent.

Más cercanos en el tiempo, se sabe que el primer casco urbano de la localidad fue el barrio de la Villa, originario de época islámica, produciéndose el asentamiento de los nuevos colonos con la conquista del Rey Jaume I en 1244. La mayor transformación de la villa vendría en los siglos XVI y XVII cuando se comenzó el traslado de la población extramuros, proceso que se consolidaría en el siglo XVIII.

vistas-ontinyentDecidas pasar un día en Ontinyent o todo el fin de semana, no puedes dejar de pasear por sus calles y probar su gastronomía. Entre los rincones que no te puedes perder está la plaza Mayor, que se levanta sobre un espacio a pie de murallas, en ella se encuentra la antigua casa del Consejo o antiguo Ayuntamiento (primera mitad del siglo XVI). Cabe señalar que los Porxets son los vestigios de su aspecto original, cabe destacar las almotlades o bovedillas decoradas con guixeriesrenacentistas (siglo XVI) y un relevo de la Purísima (siglo XVII). Junto a éstos se encuentra el palacio de los Condes de Torrefiel (siglos XV-XVIII).

Para seguir conociendo Ontinyent habrá que llegar a la sacristía de Santa Maria y la capilla de la Purísima, hoy en día espacio expositivo del Museo Arqueológico de Ontinyent y la Vall d'Albaida. Por la zona se pueden observar los restos de las fortificaciones medievales, conservadas en la base del campanario de Santa Maria. En una de las entradas a la población, la conocida como el Carril, se encuentra el conjunto, monumental y muy conservado, del convento de las Monjas Carmelitas (siglo XVI). Acudiendo a la entrada del portal de Santo Roc se accede al palacio de la Villa o de la duquesa de Almodòvar (siglos XIII-XIX). Entre las otras entradas con las que contaba la ciudad está la del Fossaret a través de la que se llega a los restos de las fortificaciones medievales, al Mirador, el antiguo portal mayor de la villa, pasando por el portal de Àngel.

Entre los edificios que no se puede dejar de visitar está la iglesia de Santa Maria (siglos XIV-XVI) ubicada donde se construyó un primer templo, probablemente sobre la mezquita islámica. Su campanario, de los siglos XVII-XIX es uno de los referentes identificadores Ontinyent. El barrio de la Vila fue declarado conjunto histórico artístico en los años setenta y conserva uno de los conjuntos medievales más representativos de las tierras valencianas por lo que perderse por sus calles es viajar a otra época.

 

Una parada para disfrutar de la gastronomía

Como todo no iba a ser pasear y observar los monumentos y rincones de Ontinyent, habrá que hacer una parada para coger fuerzas y que mejor que disfrutar de la gastronomía local. La dieta mediterránea tradicional es la base de sus platos que están fuertemente ligados a la fértil tierra y a los embutidos de Ontinyent son famosos bien regados con los excelentes vinos y los aceites de oliva de producción autóctona.

ayuntamiento-ontinyentDe lo que no se puede olvidar uno es de los dulces artesanales, como las yemas de huevo al fondant o los pasteles de moniato.

En muchas ocasiones la gastronomía funciona por épocas del año y festividades y en Ontinyent no iba  ser diferente. Ejemplo de ello es el día de Bou donde en todas las casas se prepara la típica cazuela al horno o bien en tiempo de Feria, toca la coca de trozos con embutido, pebrassos, tocino y alcachofas. Cabe señalar que el resto del año también se pueden encontrar y deleitarse con las exquisitas cocas saladas, la más habitual la de pimiento y tomate.

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