Valencia ya cuenta con el Plan Municipal de Inmigración e Interculturalidad 2019-2022, que incluye un total de 68 medidas en cinco áreas de aplicación. Un plan que fue aprobado en el último Pleno con el voto a favor del equipo de Gobierno, y con los votos en contra del PP y Ciudadanos. Era el representante de SOS Racisme y vicepresidente del Consejo Local de Inmigración e Interculturalidad, Papa Balla, el encargado de poner encima de la mesa la problemática que sufre este colectivo a diario.
Así, este plan trabajará en la integración de los inmigrantes en la sociedad, así como en la mejora de sus condiciones. Y en esta línea, uno de los puntos de este nuevo plan municipal que, sin duda, más ha llamado la atención ha sido el relacionado con los conocidos popularmente como ‘top manta’. En este sentido, este plan incluye la ubicación de un espacio concreto para que estos vendedores ambulantes puedan ejercer esta práctica sin perjudicar al resto de comerciantes.
En este espacio, se prohibirá la venta de mercancía ilegal, como falsificaciones de marca
No se sabe en qué lugar se situará este espacio, aunque no será ni en las afueras de la ciudad, ni tampoco en aquellas zonas donde ya exista un mercado tradicional regulado por la ordenanza de venta no sedentaria. Por supuesto, además de que se prohibirá la venta de mercancía ilegal, como falsificaciones de marca, estos vendedores, adscritos al plan, pagarán sus cuotas por la ocupación de vía pública y estarán al día con los pagos de la Seguridad Social. De hecho, se está barajando la posibilidad de crear cooperativas.
Lo que se pretende es que este colectivo cuente con una regulación propia que les ampare y les facilite su inclusión en la sociedad, poniendo fin a la guerra constante que existe entre los vendedores con tienda física y los denominados ‘manteros’.
Sin embargo, esta iniciativa no ha sido bien acogida entre los partidos de la oposición. Así, la concejala de Ciudadanos, Amparo Picó, aseguraba que los ‘top manta’ “generan competencia desleal con el pequeño comercio”. Por su parte, el concejal del Partido Popular, Cristóbal Grau, calificaba algunos de los puntos planteados en este plan como una “tomadura de pelo”.
No obstante, la concejala de Inmigración , Neus Fàbregas ha rechazado las críticas porque afirmaba que “este plan supone un cambio total del enfoque sobre la gestión del fenómeno migratorio: desde la postura del gobierno anterior que era asistencial, a la actual que se basa en el reconocimiento de los derechos de las personas”. Asimismo, ha lamentado que los grupos de la oposición no fijen su postura exacta respecto a la migración y a la población extranjera, que supone más del 16% en nuestra ciudad.