Escif critica la plantà que quiere hacer el Ayuntamiento de "La Meditadora": "No es una falla"

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Busto de "la meditadora", con la mascarilla, símbolo de resistencia contra la pandemia
Busto de "la meditadora", con la mascarilla, símbolo de resistencia contra la pandemia
El artista urbano Escif, uno de los responsables del proyecto de la falla municipal de 2020, se ha mostrado "sorprendido" por el anuncio realizado por el Ayuntamiento de València de que plantará y quemará este año --entre el 31 de agosto y 5 de septiembre-- los monumentos municipales del pasado año y que se vieron interrumpidas por el estallido de la pandemia.De este modo, de acuerdo a los planes del consistorio, la falla 'Açò també passarà', popularizada por la figura central de 'La meditadora' --de la que se quemó el cuerpo, pero se conservó la cabeza-- y la falla infantil 'Saps qui soc?' se plantarán y quemarán en septiembre, mientras que las contratadas de este año lo harán en marzo de 2022 y que para ese ejercicio no habrá concurso y no se construirá un monumento nuevo. Los recursos económicos que se ahorrarán en las Fallas de 2022 se destinarán a incrementar las ayudas previstas a las comisiones falleras.En un comunicado titulado 'Una cabeza sin cuerpo', Escif critica que ha tenido que enterarse de esta noticia "por la prensa". El creador recuerda que "el proyecto de la meditadora se vio interpelado por el estado de alarma y, ante la inesperada situación de la crisis del Covid, el Ayuntamiento de València decidió quemar, a puerta cerrada, el cuerpo de la meditadora, dejando huérfana la parte alta del monumento". Por ello, 'La meditadora' no pudo terminar de montarse y "se quedó a medias, cuerpo y mente quedaron separadas"."Afortunadamente --prosigue-- su mensaje trascendió la forma, llegando al corazón de muchísima gente, ocupando portadas de los principales medios del mundo, inundando las redes con mensajes de paz y esperanza".Considera Escif que los restos del monumento, la cabeza y los hombros, quedaron "atrapados en un tinglado del puerto, abandonados al devenir de una realidad completamente imprevisible", al tiempo que recalca que "la cabeza y los hombros no son la meditadora".

"SON LAS RUINAS DE UN PROYECTO"

"Son las ruinas de un proyecto, las brasas que resistieron, el recuerdo de lo acontecido. La meditadora abandonó su cuerpo el día que este fue incinerado. Este año 2021, en la plaza del Ayuntamiento, no tendremos nuestra falla. No. No se planta la meditadora. Si un fragmento, una alusión, un mausoleo. Es un acto simbólico, pero no es una falla".Y acaba: "Ojalá esta cabeza, que resistió la pandemia, siga catalizando el mismo sentimiento de paz y esperanza. Ojalá la meditadora se recuerde meditando y no como una cabeza cortada, cual trofeo de Perseo. Ojalá toda esta crisis nos permita concederle a la cultura el inmenso valor social que tiene como base de todo lo que somos, pero sobre todo, como cimientos de lo que queremos ser. Quemar la cabeza de una mujer en la plaza del Ayuntamiento no es el proyecto que presentamos hace dos años. No. No es la meditadora. Es el recuerdo simbólico de una falla, ya histórica, que se quedó sin plantar".

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