“Es imprescindible que el Valencia C.F. cumpla si desea seguir siendo el promotor”

L’incompliment de l’ATE suposaria o la substitució del promotor o la seua caducitat amb la confiscació de les garanties prestades portant al club a la fallida

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Obras inacabadas del Nuevo Mestalla
Obras inacabadas del Nuevo Mestalla

La construcción del nuevo Mestalla, en el punto de mira. El Ayuntamiento de València no quiere que se alargue durante más tiempo su ejecución. Ahora, los plazos marcados por la ATE (Actuación Territorial Estratégica) tienen fecha de caducidad: mayo de 2021. En caso de no cumplirse, no solo supondría la pérdida de 89.000 metros cuadrados edificables, sino también importantes problemas económicos para el club, que podría llevarlo a la quiebra.

El alcalde de la ciudad, Joan Ribó, ha dado un ultimátum al club valencianista: "El tiempo se acaba, y la legislación al respecto es muy clara. Se aproxima el plazo para que la directiva haga frente a las obligaciones contraídas respecto a la ejecución del nuevo estadio y al polideportivo de Benicalap". En este sentido, ha señalado que "es imprescindible que cumpla si desea continuar siendo el promotor". Y es que el articulado de la ejecución de la ATE establece que "el incumplimiento por el promotor de las condiciones y plazos de ejecución estipulados determinará su sustitución o la caducidad de la ATE y la incautación de las garantías prestadas", lo que supondría un mazazo económico para el club.

Como ha apuntado la vicealcaldesa Sandra Gómez, "la ATE ordena los terrenos del viejo Mestalla, pero eso no quiere decir que una vez resuelta, caducada o sustituida, las obras del nuevo Mestalla se vayan a quedar ahí porque cualquier promotor tiene la obligación con la ciudad de acabar la obra, o de derribarla", y ha recordado que el Ayuntamiento "tiene muchas herramientas para forzar a acabar las obras, pero lo que no vamos a permitir es que se quede ahí esa obra inacabada que, además, es un peligro para la seguridad de los vecinos y vecinas, y una mala imagen para el barrio de Benicalap". En este sentido, ha recordado que "cualquier incidente que ocurriese en sus instalaciones sería responsabilidad del club deportivo".

Un sueño truncado

En 2009, el sueño por construir uno de los mejores estadios del mundo, como así lo describían, se esfumaba con la llegada de la crisis. El Nou Mestalla, esa obra faraónica que pretendía abrir sus puertas en 2011, se quedó paralizada durante una década. El entonces presidente del club, Manuel Llorente, anunciaba la paralización de las obras por no disponer del dinero necesario. A finales de ese mismo año, se puso en venta el viejo Mestalla para financiar, de esta manera, la construcción del nuevo estadio.

Desde entonces, han sido muchas las idas y venidas del club respecto al Nou Mestalla. Todos y cada uno de los presidentes han intentado poner en marcha este proyecto, aunque sin éxito. Tras confirmarse que el viejo Mestalla debía estar demolido en 2023, el Ayuntamiento de València y el València C.F. comenzaron la tramitación de licencias para finalizar el nuevo estadio.

La Generalitat Valenciana aprobó la ATE ‘Valencia Club de Fútbol’ en 2015, estableciendo un plazo de 10 años para ejecutar toda la operación. Así, los plazos que se barajaron era que la construcción del nuevo estadio estuviera finalizada en 2021 para que, entre 2023 y 2025, se derribase el actual estadio y se llevase a cabo el proyecto residencial y de terciario, un centro comercial y zonas verdes previstas para la avenida Aragón.

No obstante, el pasado mes de marzo, los planes se truncaron cuando el club valencianista anunciaba el fin del acuerdo con la cooperativa ADU Mediterráneo, que iba a adquirir los terrenos y, además, iba a suponer una inyección presupuestaria para el nuevo estadio. El pasado mes de julio, desde ADU Mediterráneo anunciaban que si se cierra la operación en 2020, los plazos se podrían cumplir.

No obstante, la situación se está poniendo cada vez más tensa. Así, mientras Ribó ha asegurado que desde el Ayuntamiento están trabajando para tomar las actuaciones que sean necesarias si no ven "voluntad de cumplir con las obligaciones"; Gómez ha recordado que "esta ciudad ha sido muy generosa con el Valencia CF, en primer lugar con la recalificación de los terrenos del antiguo estadio, que hoy día sería algo muy cuestionable. Pero también no ejecutando la sentencia de derribo de las gradas del viejo Mestalla porque había un compromiso de trasladarse al nuevo estadio, y es lo que pedimos como ciudad, que se traslade, por la ciudad y sus habitantes".

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